La ciudad de Toronto está desarrollando un programa de monitoreo de aguas residuales para prevenir la propagación de enfermedades durante la Copa del Mundo 2026, que se realizará en Canadá y Estados Unidos.
Ante la llegada de aproximadamente 300,000 visitantes internacionales previstos durante los seis partidos que se disputarán en la ciudad en junio de ese año, las autoridades locales están implementando un innovador programa de vigilancia sanitaria mediante el análisis de aguas residuales.
El Departamento de Salud Pública de #Toronto ha anunciado que está en marcha el desarrollo de un plan piloto para recolectar y analizar muestras de #aguas residuales provenientes de áreas donde se concentran los aficionados.
Esta iniciativa tiene como objetivo detectar de manera temprana posibles brotes de enfermedades como COVID-19, influenza, virus sincitial respiratorio (VSR), y ampliarse para monitorear otras patologías como el sarampión, dada la gran afluencia internacional prevista.
La jefa de #salud pública de Toronto, la Dra. Michelle Murti, explicó que esta estrategia complementará las acciones existentes, ofreciendo en tiempo real información sobre la circulación de virus y otras infecciones en la comunidad.
“Será una pieza más en el conjunto de medidas que estamos implementando para mantener a la población segura y saludable durante los juegos”, afirmó.
Este método no es nuevo en Canadá; la provincia de Ontario, por ejemplo, había utilizado previamente la vigilancia de aguas residuales para hacer un seguimiento casi en tiempo real de la prevalencia del COVID-19 durante la pandemia, hasta que dicha iniciativa finalizó en 2024.
Sin embargo, expertos señalan que la tecnología tiene potencial para otro tipo de contaminantes y enfermedades.
El doctor Fahad Razak, especialista en medicina interna del hospital St. Michael’s, consideró que aplicar esta tecnología a un evento de gran escala como la Copa del Mundo representa una oportunidad de oro para ampliar el uso de las aguas residuales en la detección precoz de brotes infecciosos.
Además, mencionó que esta estrategia podría detectar otras infecciones altamente transmisibles, como el sarampión, que en temporadas previas han presentado aumentos en diferentes regiones.
Co-líder del Laboratorio de Epidemiología de Aguas Residuales de Guelph
Mientras tanto, el profesor Lawrence Goodridge, co-líder del Laboratorio de Epidemiología de Aguas Residuales de Guelph, señaló que la reducción en el alcance del programa provincial de vigilancia, que en su momento monitoreaba aproximadamente el 75% de la población, hace que estas iniciativas a menor escala sean aún más importantes.
“Los movimientos de las personas dentro de Toronto y a través de la provincia complican la vigilancia, pero estas acciones pueden ofrecer una vista preliminar del estado de salud pública en el contexto del evento”, agregó.
Se estima que la implementación de estas mediciones puede ser clave en caso de detectar brotes importantes durante la Copa, facilitando respuestas rápidas que eviten la expansión de enfermedades.
La experiencia adquirida durante la pandemia mundial ha puesto en evidencia la utilidad de herramientas como la vigilancia de aguas residuales, que ahora se adaptan para eventos deportivos de gran magnitud.
Asimismo, la tecnología puede tener aplicaciones adicionales, como la detección de residuos de drogas opioides, permitiendo a las autoridades responder ante posibles crisis o emergencias sanitarias relacionadas durante el mundial.
La doctora Murti destacó que esta estrategia también permitirá evaluar la efectividad de las medidas sanitarias y definir futuras políticas de vigilancia en grandes eventos.
En el contexto global, la expectativa es que la tecnología de vigilancia en aguas residuales se convierta en una herramienta estándar para la gestión de la salud pública en eventos masivos.
La experiencia en Toronto podrá servir de modelo para otras ciudades que buscan equilibrar la celebración deportiva con la protección de la salud de sus habitantes y visitantes.
