El arquero chileno Raúl Olivares dejó Bolivia para afrontar nuevos desafíos en Venezuela, donde encuentra un fútbol más veloz y una seguridad que sorprende. Conoce cómo vive y qué diferencias percibe en su nueva etapa profesional y personal.

En 2025, el arquero chileno se unió a las filas de Monagas, un club de la máxima categoría del fútbol venezolano, donde participó en la fase previa de la Copa Libertadores, aunque no logró avanzar a la fase de grupos.
Este cambio representó una transformación significativa para Olivares, quien ha expresado que fue un paso radical, pero que ha logrado adaptarse con éxito a su nuevo entorno.
"Ha sido un cambio importante, para no decir radical, pero me he ido adaptando bien. Aquí el fútbol es muy dinámico y la verdad es que no ha sido fácil, pero estoy bien gracias a Dios. He hecho un balance bastante positivo", declaró en una entrevista reciente. La experiencia en #Venezuela ha sido para él un aprendizaje constante, enfrentando un estilo de juego más rápido y un ritmo más intenso en comparación con Bolivia.
Según el arquero, "en Bolivia se compite harto, pero aquí en Venezuela el ritmo es un poquito más frecuente, más rápido y de repente uno queda más expuesto en lo táctico.
No quiero decir que la liga boliviana sea más débil, sino que en Bolivia los equipos son más fuertes y por eso quedamos más expuestos. La liga venezolana es más veloz".
Olivares, formado en Colo Colo y con pasos por clubes como Santiago Morning, Unión San Felipe, Deportes La Serena, Unión Española y Cobreloa, además de haber sido parte de la selección chilena, ha tenido que enfrentarse a estas diferencias en su día a día.
La adaptación no solo ha sido en el aspecto futbolístico, sino también en la vida personal. El arquero se trasladó a Venezuela junto a su esposa, Angela Villavicencio, a quien conoció en Bolivia y con quien formó una familia hace algunos años.
En cuanto a la situación social y política del país llanero, Olivares ha querido destacar que su experiencia ha sido más positiva de lo que muchos podrían imaginar.
"Pensé en lo peor, ya que muchas cosas las vemos por internet, pero viviendo acá no es así. Obviamente hay cosas malas y algunas que no están bien, pero en general, como futbolista, uno vive en una especie de burbuja donde puede desenvolverse con tranquilidad", comentó.
Respecto a la seguridad
Respecto a la seguridad, el arquero chileno asegura que Venezuela es más segura que Chile. "En Chile están a la orden del día los asaltos, robos, que te quiten el auto, que intenten entrar a tu casa... Aquí no, prácticamente no hay ese tipo de cosas. Nosotros prácticamente viajamos escoltados porque en la noche pasan cosas extrañas, pero en general, la #seguridad en Venezuela es mejor de lo que uno pensaba", explicó.
Olivares atribuye esta sensación a las recientes políticas de seguridad implementadas en el país, que han resultado en una reducción significativa de la delincuencia en los últimos años.
"Creo que hicieron una limpieza hace unos años, donde prácticamente al que pillaban robando, la policía lo detenía de inmediato. Eso ayudó a que la situación mejorara bastante y ahora se vive con mayor tranquilidad", agregó.
Más allá de los desafíos, el arquero chileno ve en Venezuela una oportunidad de crecimiento personal y profesional. La experiencia de vivir en un país con una realidad social diferente, sumada a la pasión por el fútbol, le ha permitido ampliar sus horizontes y valorar aspectos que antes quizás no había considerado.
A pesar de las dificultades, Olivares destaca que en su día a día puede encontrar estabilidad y bienestar, lo que le permite seguir disfrutando de su carrera y de su vida en este rincón del Caribe.