El Papa Francisco, un ferviente amante del fútbol y figura influyente en el deporte, dejó una huella imborrable en el mundo del balompié, destacando siempre por su cercanía y admiración por las estrellas del deporte rey.

Desde que asumió su pontificado en 2013, el Papa Francisco mostró una faceta poco común para un líder religioso: su pasión por el fútbol. Como aficionado declarado del San Lorenzo de Almagro, su amor por este deporte trascendió las fronteras religiosas, convirtiéndose en un puente de diálogo y fraternidad entre diferentes culturas y naciones.
El 2023 fue un año especialmente recordado por su polémica declaración en la que colocó a Pelé por encima de las leyendas argentinas Leo Messi y Diego Maradona como los mejores futbolistas de todos los tiempos.
Esta afirmación generó controversia en Argentina, donde tanto Maradona como Messi son considerados ídolos nacionales y símbolos de identidad.
Durante su pontificado, el Papa no dudó en expresar su admiración por Pelé, a quien consideraba un ejemplo de humanidad y humildad. En varias ocasiones, el pontífice afirmó haber tenido encuentros cercanos con el astro brasileño, incluso en aviones rumbo a Buenos Aires, donde intercambiaron palabras y gestos de afecto.
Pelé, considerado por muchos como el mejor jugador de la historia, fue un ejemplo para Francisco, quien resaltaba su carácter humano y su sencillez.
Por otro lado, en relación a Diego Maradona, el Papa también tuvo palabras de elogio, aunque con matices. En 2014, cuando el exfutbolista visitó el Vaticano, mantuvieron un encuentro privado que dejó una profunda impresión en el argentino. Maradona, quien en varias ocasiones expresó su respeto por Francisco, regaló al pontífice una camiseta de Argentina con su nombre y el número 10, símbolo de su legado en el fútbol mundial.
El Papa no solo admiraba a los ídolos por sus habilidades en la cancha, sino también por sus historias humanas. En sus declaraciones, Francisco criticó los excesos y las vidas turbulentas de algunos deportistas, señalando que muchos terminan mal tras sus años de gloria, y resaltando la importancia de valores como la humildad y la solidaridad.
El Papa Francisco acelera su agenda de reformas en la Iglesia Católica
El Papa Francisco está llevando a cabo cambios revolucionarios en personal y políticas en la Iglesia Católica, en línea con su consejo de 'hacer un lío'. Con su visita a Portugal para la Jornada Mundial de la Juventud, está buscando solidificar los cambios necesarios para el siglo XXI y contar con la próxima generación de fieles y líderes para implementarlos. Además, está promoviendo un Sínodo en el Vaticano que se centrará en temas importantes como la inclusión de los católicos LGBTQ+ y las mujeres en la iglesia, dando voz y voto a las mujeres y los jóvenes por primera vez en la historia de la iglesia.Además, en 2019, el Papa recibió a la selección italiana de fútbol, en un momento en que el país atravesaba una profunda crisis social y económica.
La Italia de aquel entonces había sufrido derrotas en los mundiales de 2018 y 2022, y su participación en la Eurocopa 2020, celebrada en 2021, fue un respiro para la nación.
Francisco, con su característico optimismo, afirmó: "Incluso con una pelota de trapo se hacen milagros". La selección italiana, contra todo pronóstico, conquistó el título europeo en Wembley, en una final memorable contra Inglaterra.
El pontífice también promovió la paz a través del fútbol. En varias ediciones del 'Partido por la Paz', celebrado en el Estadio Olímpico de Roma, reunió a estrellas internacionales como Messi, Maradona, Totti, Buffon, Eto'o y Maldini, en un mensaje de unidad y fraternidad.
Estas jornadas solidarias, realizadas en 2014, 2016 y 2022, no solo sirvieron para recaudar fondos y concienciar sobre la paz en el mundo, sino que también sirvieron como un homenaje póstumo a Maradona, fallecido en 2020.
El amor del Papa Francisco por el fútbol fue más que una afición; fue una herramienta para promover valores de paz, solidaridad y respeto. Su legado en el deporte trasciende las canchas y las historias de goles y campeonatos. Para él, el fútbol era un lenguaje universal que podía unir corazones y sembrar esperanza en tiempos difíciles. La huella de su pasión por el deporte queda grabada en la memoria de quienes compartieron con él momentos de alegría y reflexión a través del balón.