El proceso judicial que investiga la muerte de Diego Maradona enfrenta una posible nulidad tras polémicas pruebas que involucran a la jueza Makintach y grabaciones no autorizadas.

Imagen relacionada de nuevo giro juicio muerte maradona jueza makintach

Este martes se reanudará una etapa crucial del juicio por la muerte del legendario futbolista Diego Maradona, en la que se decidirá si continúa el proceso o si se declara su nulidad.

La audiencia se centra en la recusación de la jueza Julieta Makintach, quien está siendo investigada por supuestos vínculos con la realización de un documental relacionado con el caso.

La situación ha generado gran revuelo en Argentina y en el mundo del fútbol, dado que Maradona es considerado uno de los íconos deportivos más importantes de todos los tiempos.

El Tribunal Oral en lo Criminal N°3 de San Isidro, encargado de dirimir el asunto, deberá analizar las pruebas recabadas durante la investigación, que se inició tras denuncias contra Makintach por posible parcialidad y participación en la producción audiovisual.

La justicia ha reunido evidencias que sugieren un posible conflicto de intereses que podría afectar la imparcialidad del proceso. Entre ellas, se encuentran declaraciones de dos agentes policiales presentes en la sala durante las audiencias, quienes identificaron la presencia en el recinto de dos personas autorizadas por la jueza, una de las cuales fue sorprendida grabando imágenes del juicio sin autorización.

Además, en allanamientos realizados en domicilios vinculados a la producción del documental, se encontraron grabaciones en alta definición que muestran a Makintach caminando por los tribunales, así como fragmentos de entrevistas realizadas en su despacho y escenas filmadas dentro del recinto judicial durante el desarrollo del juicio.

Estos videos, filtrados el pasado domingo, han provocado una gran controversia y cuestionamientos sobre la transparencia del proceso.

La implicada, Maria Lía Vidal Alemán, quien se presenta como amiga de la infancia de la jueza y presuntamente participó en la grabación del material, se acercó espontáneamente a la Fiscalía para confirmar los hechos.

En su declaración, admitió que entrevistó a Makintach en su despacho antes de la primera audiencia y que, con la ayuda de un camarógrafo, registraron escenas planificadas en los tribunales.

Sin embargo, argumentó que durante esas entrevistas, la jueza se comportó de manera totalmente profesional y no manifestó ninguna opinión que pudiera influir en el juicio.

Vidal Alemán también admitió que otro camarógrafo había grabado imágenes del debate en la primera audiencia con la autorización de la magistrada, lo que será presentado en la audiencia del martes para que las partes puedan manifestarse respecto a la recusación.

En caso de que Makintach sea apartada, el proceso podría retroceder a su inicio, declararse nulo o validarse los testimonios ya aportados mediante un acuerdo probatorio.

El proceso judicial comenzó el 11 de marzo pasado y hasta la fecha se han realizado 19 audiencias, en las que han declarado más de 40 testigos, incluyendo a las hijas de Maradona: Dalma, Gianinna y Jana.

La figura del exfutbolista, fallecido en 2020, sigue siendo objeto de debate y análisis en la esfera pública, ya que su muerte ha sido motivo de múltiples investigaciones y controversias.

Por su parte, la jueza Makintach expresó su postura ante la situación y afirmó: "Yo no me aparto de este juicio porque no hay ninguna razón que lo justifique.

No voy a solicitar la nulidad del proceso porque no existen sospechas fundadas de parcialidad". Además, comentó que no ha identificado hechos ilícitos o de posible relevancia penal relacionados con su participación y que, en cuanto al documental, consideró que fue un error por parte de los responsables, aunque sostuvo que posiblemente se investigue administrativamente.

Este caso, que combina elementos de justicia, política y medios de comunicación, continúa en el centro de la atención pública. La resolución que adopte el tribunal en la audiencia de este martes marcará un punto de inflexión, ya que determinará si el proceso continúa de manera regular o si debe ser revisado, con todas las implicaciones legales y mediáticas que ello conlleva.

La justicia argentina se encuentra en una encrucijada que podría definir el futuro de uno de los casos más emblemáticos de los últimos años en el país.