Emails revelan el uso habitual de drones para espiar a equipos rivales en el fútbol canadiense, generando controversia en torno a la actuación de la federación nacional.
Recientes correos electrónicos revelados por la FIFA han puesto de manifiesto que el uso de drones para espiar a equipos rivales puede haber sido una práctica común en el fútbol canadiense, particularmente entre sus selecciones nacionales.
En un documento fechado el 28 de julio, la FIFA detalló las sanciones impuestas a la federación nacional tras un incidente donde un analista estaba operando un dron para observar una práctica del equipo de Nueva Zelanda antes de su partido en los Juegos Olímpicos, el cual Canadá ganó 2-1.
Uno de los correos, enviado por la entrenadora del equipo femenino Bev Priestman, sugiere que el espionaje en el fútbol no es un hecho aislado, ya que la entrenadora menciona que "todos los equipos entre los diez primeros lo hacen". Este comentario pone en evidencia la cultura del espionaje que puede prevalecer en las competiciones internacionales.
Aunque la intención puede haber sido la de obtener una ventaja competitiva, la revelación ha provocado una fuerte controversia y ha generado un debate sobre la ética en el deporte.
En medio de la investigación, se establecieron sanciones que incluyeron una deducción de seis puntos para Canadá en la clasificación olímpica, decisión que la federación apeló sin éxito ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo.
"Estamos decepcionados con esta decisión, y seguimos creyendo que nuestras jugadoras no deberían ser penalizadas por acciones que no fueron de su responsabilidad", declaró un representante de Canadá Soccer.
Además de las sanciones, varios miembros del equipo, incluyendo a Priestman, fueron enviados a casa por el Comité Olímpico Canadiense tras el incidente, y más tarde FIFA suspendió a los involucrados por un año.
Sinclair falla un penalti mientras Canadá empata con Nigeria en el partido inaugural de la Copa del Mundo Femenina
Christine Sinclair, la delantera del equipo de Canadá, falló un penalti en el empate 0-0 contra Nigeria en el primer partido de la Copa del Mundo Femenina. La arquera Chiamaka Nnadozie fue clave para el equipo nigeriano al detener el tiro desde el punto penal. A pesar del resultado, el grupo queda abierto para ambos equipos.
La revelación de estos correos también hace referencia a la historia del fútbol canadiense, donde el espionaje parece haber sido una práctica que comenzó con el anterior entrenador John Herdman, quien dirigió a los equipos masculino y femenino desde 2011 hasta 2018. Herdman, actualmente al frente del Toronto FC de la Major League Soccer, ha negado su participación en el uso de drones y se ha comprometido a cooperar con la investigación.
Priestman, que asumió el mando del equipo en 2020 y llevó al equipo femenino a una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio, se vio en una situación difícil, ya que un analista del equipo expresó su negativa a participar en prácticas de espionaje, esgrimiendo razones éticas y profesionales.
Dicho analista señaló que su reputación estaba en juego y que dicho comportamiento podría afectar su desempeño en los días de partido.
La situación ha generado una presión adicional sobre el equipo, que a pesar de este escándalo, ha mostrado determinación en el campo de juego.
Los jugadores respondieron a la adversidad con un espíritu de unidad, lo que llevó a una victoria crucial sobre Francia, impulsando sus posibilidades de avanzar a las etapas finales del torneo.
De cara al futuro, la federación canadiense ha prometido llevar a cabo una revisión independiente de sus prácticas, mientras que la FIFA continuará supervisando la situación, esperando resultados de la investigación para evaluar si se requieren más medidas disciplinarias.
Este incidente no solo ha salpicado la reputación de Canadá Soccer, sino que también plantea preguntas sobre las prácticas de otros equipos en el ámbito internacional.