Un incidente en un partido colombiano generó gran preocupación cuando un futbolista se desplomó en pleno partido, pero afortunadamente pudo recuperarse y continuar en el terreno de juego tras ser atendido. La situación reavivó debates sobre la salud de los deportistas y su seguridad en el deporte profesional.
La situación ocurrió durante el partido entre Independiente Santa Fe y Atlético Nacional, dos de los clubes más históricos del #fútbol colombiano, y rápidamente se convirtió en trending topic en las redes sociales.
El incidente ocurrió aproximadamente a los 11 minutos del primer tiempo, cuando el lateral derecho del Atlético Nacional, Andrés Román, se desplomó de espaldas en el césped.
Segundos antes, Román se había quedado quieto, cubriéndose la nariz, aparentemente por una incomodidad o malestar. De repente, perdió el equilibrio y cayó al suelo, generando pánico en el estadio. El futbolista fue atendido de inmediato por el cuerpo médico del equipo y, tras unos minutos de atención, pudo recobrar la conciencia. Sin embargo, debido a la gravedad del incidente, fue trasladado en ambulancia al hospital cercano para realizarle estudios más exhaustivos.
Tras realizarle un electrocardiograma en el mismo estadio, los médicos informaron que los resultados fueron positivos, lo cual permitió que Román pudiera volver a ver el resto del partido desde el banco de suplentes, acompañado de sus compañeros.
Sin embargo, la situación generó preocupación en la afición y en la prensa deportiva, que no tardó en cuestionar las condiciones físicas del jugador.
En redes sociales, Román publicó un mensaje tranquilizador: “Gente, estoy bien. Gracias a todos por los mensajes”, escribió en su cuenta de Instagram, intentando calmar a sus seguidores y mostrar que se encontraba en buenas condiciones.
Este no fue el primer episodio de problemas de salud relacionados con Román. En 2021, cuando aún no había llegado a Atlético Nacional, estuvo cerca de fichar por Boca Juniors. El club argentino realizó una serie de exámenes médicos en Buenos Aires, pero finalmente no aprobaron su transferencia. La razón fue que se detectó una miocardiopatía hipertrófica progresiva, una condición cardíaca que en ese momento generó dudas sobre su futuro como futbolista profesional.
Tras varios meses de evaluaciones en Colombia
La condición cardiaca llevó a que se pusiera en duda si Román podría continuar en el deporte de alto rendimiento. Sin embargo, tras varios meses de evaluaciones en Colombia, los especialistas descartaron el diagnóstico de Boca y aseguraron que el jugador en realidad padecía un “corazón de atleta”, una condición que, en muchos casos, es compatible con la práctica deportiva intensa sin poner en riesgo la salud.
Este episodio pone sobre la mesa la importancia de los controles médicos en el fútbol y en los deportes en general, ya que la salud de los deportistas debe ser siempre prioritaria.
La historia de Román, un jugador que ha sabido superar obstáculos médicos y continuar su carrera, refleja la complejidad que enfrentan los atletas en su día a día, y la necesidad de avanzar en protocolos que garanticen su bienestar.
Por el momento, se espera que las autoridades deportivas emitan un informe oficial sobre el estado de Andrés Román, quien continúa recuperándose.
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