La madre del presidente de la federación de fútbol español, Luis Rubiales, ha iniciado una huelga de hambre el lunes en una iglesia en el sur de España en defensa de su hijo, quien está bajo fuego por besar a una jugadora durante la ceremonia de premiación de la Copa del Mundo Femenina

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La madre del presidente de la federación de fútbol español, Luis Rubiales, está en el centro de la polémica después de besar a una jugadora durante la ceremonia de premiación de la Copa del Mundo Femenina.

Ante las crecientes llamadas a su dimisión, su madre ha decidido iniciar una huelga de hambre en una iglesia del sur de España como muestra de apoyo a su hijo.

El escándalo del beso y la negativa de Rubiales a aceptar la insistencia de Jenni Hermoso de que fue consentido ha eclipsado la victoria de España sobre Inglaterra en la final de la Copa del Mundo Femenina.

El equipo nacional español ha declarado que no jugará más partidos hasta que Rubiales renuncie.

Además del beso, Rubiales también ha recibido críticas por realizar un gesto obsceno mientras estaba en el palco presidencial junto a la Reina Letizia y su hija, la Princesa Sofía.

La madre de Rubiales, Ángeles Bejar, ha manifestado su apoyo a su hijo a través de una huelga de hambre que continuará noche y día en una iglesia del sur de España.

También se ha unido a ella Vanessa Ruiz, prima de Rubiales, para instar a Hermoso a decir la verdad sobre el incidente.

Hermoso ha negado la afirmación de Rubiales de que el beso fue mutuo y ha declarado que se considera víctima de abuso de poder. Sin embargo, la federación española de fútbol ha acusado a Hermoso de mentir y ha anunciado acciones legales en su contra.

Las federaciones regionales que conforman la federación de fútbol española también se han sumado a las llamadas a la dimisión de Rubiales. FIFA, el organismo rector del fútbol mundial, ya lo ha suspendido provisionalmente durante 90 días tras su discurso desafiante en el que se negó a dimitir.

La fiscalía ha abierto una investigación preliminar para determinar si el beso constituye un delito de agresión sexual y ha dado a Hermoso 15 días para presentar una denuncia formal.

Mientras tanto, España espera que el tribunal de deportes del país tome una decisión definitiva sobre Rubiales.

El escándalo ha causado una conmoción tanto en España como en el extranjero. Voces internacionales han criticado lo que consideran un problema de sexismo en el deporte y han pedido a las autoridades españolas que lo aborden respetando los derechos de las atletas femeninas.

Mientras tanto, en España se han llevado a cabo protestas en contra de Rubiales y en apoyo a Hermoso.

El caso está lejos de resolverse y continúa generando preocupación sobre cómo afectará la candidatura conjunta de España, Portugal, Marruecos y posiblemente Ucrania para ser sede de la Copa del Mundo de 2030.