El equipo del Flamengo sufrió un intento de robo en Río de Janeiro tras regresar de Argentina, sin que ninguno de los futbolistas resultara herido, en un incidente que evidencia los riesgos en las vías de la ciudad.

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El pasado jueves, los jugadores del club brasileño Flamengo vivieron un momento de tensión tras un intento de asalto en las calles de Río de Janeiro, justo después de regresar de su compromiso en Argentina, donde enfrentaron a Central Córdoba por la cuarta jornada del Grupo C de la Copa Libertadores.

Este incidente pone en evidencia los riesgos que enfrentan los futbolistas y residentes en una ciudad conocida por sus altos índices de inseguridad en ciertos barrios.

El equipo, que recientemente ganó notoriedad por su rendimiento en competencias internacionales, tuvo que atravesar una situación que pudo haber sido trágica.

Según informó el propio club en un comunicado, el vehículo blindado en el que se desplazaban, conducido por el portero argentino Agustín Rossi, fue alcanzado por cuatro disparos en una de las principales arterias viales de la ciudad, específicamente en la 'Linha Amarela', en la zona norte de Río de Janeiro.

La vía, que conecta diversos barrios y zonas estratégicas, es conocida por ser escenario frecuente de enfrentamientos y delitos.

Afortunadamente, ningún jugador ni ocupante del vehículo resultó herido en el ataque, y todos lograron llegar a sus hogares sanos y salvos. La policía local indicó que se están realizando esfuerzos para identificar y capturar a los responsables del atentado, que ocurrió poco después de que la plantilla dirigida por Filipe Luís, exjugador del Atlético de Madrid, Chelsea y Deportivo de La Coruña, llegara a Río tras empatar 1-1 en Santiago del Estero, Argentina.

El incidente ocurrió alrededor de las 5:30 de la mañana, hora local, en un momento en que la ciudad aún se encontraba en la calma previa a la actividad cotidiana.

La 'Linha Amarela' ha sido escenario en varias ocasiones de delitos similares, incluyendo enfrentamientos entre grupos armados y policías, así como robos en masa.

En febrero pasado, un agente del Departamento General de Acciones Socioeducativas perdió la vida en esa misma vía durante un 'arrastão', un modalidad delictiva en la que múltiples delincuentes asaltan a varias víctimas simultáneamente en espacios públicos.

El Flamengo expresó en su comunicado que continuará brindando información sobre lo ocurrido a medida que obtengan más detalles. La seguridad en Río de Janeiro sigue siendo un tema delicado, especialmente para figuras públicas y turistas, quienes en muchas ocasiones se convierten en objetivos de delitos comunes.

La ciudad, famosa por sus playas, su samba y el Cristo Redentor, también enfrenta desafíos de orden público que afectan tanto a la población local como a visitantes internacionales.

Históricamente, Río de Janeiro ha sido escenario de eventos deportivos y culturales de gran magnitud, pero también ha enfrentado períodos de alta criminalidad.

Las autoridades han implementado diversas medidas para combatir la delincuencia, incluyendo patrullajes reforzados y operaciones en barrios considerados focos de violencia.

Sin embargo, incidents como el ocurrido a los jugadores del Flamengo demuestran que aún hay mucho por hacer para garantizar la seguridad de todos los habitantes y visitantes.

Este tipo de sucesos no solo preocupa a la comunidad deportiva, sino que también resalta la necesidad de fortalecer las políticas de seguridad en la ciudad.

La expectativa es que las autoridades logren capturar a los responsables y tomen medidas para evitar que hechos similares se repitan en el futuro, mientras que el club y sus jugadores continúan enfocados en sus compromisos deportivos en medio de un contexto de desafíos en la seguridad pública.