La entrenadora de Canadá pide disculpas y acepta el castigo de un año de suspensión impuesto por FIFA debido a un escándalo de espionaje en los Juegos Olímpicos de París.

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La entrenadora de la selección femenina de fútbol de Canadá, Bev Priestman, ha expresado su dolor por los jugadores afectados y se ha disculpado públicamente.

Esto ocurrió en medio de un escándalo de espionaje que ha sacudido al fútbol canadiense, justo antes del crucial partido contra Francia en los Juegos Olímpicos de París 2024.

A través de un comunicado emitido por sus representantes legales, Priestman manifestó: 'Estoy absolutamente devastada por la situación que han enfrentado nuestras jugadoras, y deseo pedir disculpas desde el fondo de mi corazón'. Esta declaración llega tras la decisión de FIFA de sancionar a Priestman y a dos miembros de su staff, prohibiendo su participación durante un año, además de imponer una multa a Canadá Soccer de aproximadamente 300,000 euros.

La gravedad del asunto radica en que durante un entrenamiento, un analista del equipo canadiense fue sorprendido utilizando un dron para espiar las prácticas del equipo de Nueva Zelanda.

Esta acción, calificada de tramposa, ha generado una serie de sanciones que no solo afectan la reputación del equipo, sino también su desempeño en el torneo olímpico.

Además de la suspensión de la entrenadora, FIFA ha decidido quitarle seis puntos al equipo canadiense, lo que equivale a dos victorias, complicando seriamente sus oportunidades de avanzar en el torneo.

La ministra de deportes de Canadá, Carla Qualtrough, anunciou que el gobierno está reteniendo algunos fondos destinados a Canadá Soccer como consecuencia de esta controvertida situación.


Durante su intervención, reafirmó la necesidad de que haya consecuencias por las acciones tomadas por el cuerpo técnico.

Aceptando la disculpa de Priestman en nombre de todos los canadienses, Qualtrough enfatizó la importancia de la conducta ética en el deporte.

'Usar un dron para espiar a otro equipo durante una práctica cerrada es hacer trampa.

Es completamente injusto para nuestras jugadoras y para los equipos contrarios', afirmó Qualtrough.

Esta medida se suma a un patrón preocupante en Canada Soccer, que la ministra calificó como 'profundamente preocupante'.

Priestman, de 38 años, comentó sobre la integridad de su equipo: 'Los logros que hemos alcanzado, incluyendo la medalla de oro en los Juegos de Tokio 2021, fueron obtenidos de manera legítima.

Este equipo ha llegado a lo más alto del fútbol femenino gracias a su arduo trabajo y dedicación'. La decisión de FIFA ha suscitado reacciones encontradas entre jugadores y exjugadores, quienes sienten que las sanciones perjudican a las atletas en el terreno de juego.

El exarquero y campeón olímpico Stephanie Labbé expresó su frustración en redes sociales: 'Furiosa.

Triste.

Descorazonada.

Estos jugadores no merecen esto.

Han sido decepcionados por muchas personas en su propio entorno'. La selección canadiense, que comenzó el torneo con un triunfo de 2-1 sobre Nueva Zelanda, se enfrenta a un desafío significativo para avanzar a las etapas eliminatorias, con su último partido en la fase de grupos programado contra Colombia.