La controversia por el uso de drones en los entrenamientos de Canadá intensifica el deseo de victoria del equipo neozelandés, con miras a su debut en los Juegos Olímpicos de París.
El equipo de fútbol femenino de Nueva Zelanda se encuentra con un nivel de motivación muy alto de cara a su encuentro inaugural en los Juegos Olímpicos de París contra Canadá, el campeón defensor.
Esta motivación ha crecido aún más después de que un escándalo relacionado con el uso de drones por parte del staff canadiense saliera a la luz.
Indiah-Page Riley, una de las delanteras neozelandesas, expresó: "Esto ha despertado un fuego dentro de nosotras". El partido se disputará el jueves y será el primero para ambos equipos en el torneo olímpico, programado para las 16:30 horas (CET).
Recientemente, la Comisión Olímpica de Nueva Zelanda presentó una queja formal ante la unidad de integridad del Comité Olímpico Internacional, después de que se reportara que drones sobrevolaron dos sesiones de entrenamiento previas al torneo.
Este escándalo ha generado un gran malestar en el equipo neozelandés, que se siente vulnerado por las supuestas acciones de sus rivales.
Por su parte, el Comité Olímpico Canadiense confirmó que dos miembros del personal, la asistente del entrenador Jasmine Mander y el analista Joseph Lombardi, fueron enviados de regreso a casa de manera inmediata.
Además, la entrenadora Bev Priestman decidió no dirigir el primer partido como forma de asumir la responsabilidad por el incidente, asegurando que se siente "sumamente decepcionada" por la situación.
FIFA también ha tomado cartas en el asunto y ha abierto un procedimiento disciplinario contra los implicados y contra la federación canadiense.
El entrenador interino de Nueva Zelanda, Michael Mayne, comentó: "Este tipo de incidentes socavan la integridad del juego".
Sinclair falla un penalti mientras Canadá empata con Nigeria en el partido inaugural de la Copa del Mundo Femenina
Christine Sinclair, la delantera del equipo de Canadá, falló un penalti en el empate 0-0 contra Nigeria en el primer partido de la Copa del Mundo Femenina. La arquera Chiamaka Nnadozie fue clave para el equipo nigeriano al detener el tiro desde el punto penal. A pesar del resultado, el grupo queda abierto para ambos equipos.El partido entre Nueva Zelanda, que ocupa el puesto número 28 en el ranking mundial, y Canadá, que ocupa el octavo lugar, está marcado por la tensión creada por este escándalo.
A pesar de los contratiempos, las jugadoras de Nueva Zelanda están preparadas para el desafío y buscan aprovechar cualquier desventaja que sus oponentes puedan tener debido a la situación.
Riley mencionó que el lunes se avistó un drone durante una práctica, lo cual fue una sorpresa, ya que ellas tenían conocimiento de que no se permitían drones en la zona de entrenamiento.
Comenzaron a pensar que podría tratarse de un ave, pero el ruido hizo evidente que se trataba de un dispositivo aéreo, lo que generó aún más confusión y alarma en el equipo.
La posibilidad de que el personal canadiense haya obtenido grabaciones de sus tácticas y entrenamiento ha hecho que las neozelandesas se enfoquen aún más en su preparación.
Mayne agregó que el uso de drones les brinda a los observadores una ventaja táctica significativa al permitirles ver los patrones de juego y estrategias que están ensayando.
Esto marca un nuevo capítulo en la historia del fútbol femenino, redefiniendo las normas y la ética dentro del deporte.
Las jugadoras neozelandesas llegan a este torneo con un deseo renovado de demostrar su valía, no solo por su habilidad en el campo, sino también por la necesidad de competir en un marco de juego limpio y respeto.
A medida que se acerca el partido, todas las miradas estarán puestas en ambos equipos para ver cómo navegarán este escándalo y qué impacto tendrá en sus actuaciones en la cancha.