El capitán del Manchester United, Bruno Fernandes, declara que estaría dispuesto a abandonar el club si consideran que es necesario para mejorar su situación económica, mientras el equipo enfrenta serios problemas financieros que podrían afectar su futuro.

Bruno Fernandes, quien actualmente ejerce como capitán del Manchester United, ha dejado en manos del club su futuro en el fútbol profesional. En una declaración reciente, el jugador portugués afirmó estar dispuesto a abandonar los Red Devils si el club considera que esa es la mejor decisión para mejorar su situación económica.
"Siempre he dicho que me quedaré aquí hasta el día que el club quiera que me vaya. Tengo ganas de seguir, de devolver al club a los días de gloria, pero si llega el momento en que el club piense que es suficiente o que es momento de separarnos, el fútbol es así", expresó Fernandes.
Este pronunciamiento llega en un momento en el que el Manchester United atraviesa una profunda crisis financiera que ha obligado a la dirigencia a implementar medidas de recorte de gastos, incluyendo numerosos despidos en la plantilla y en el personal administrativo.
La situación económica del club se ha visto afectada por cinco años consecutivos de pérdidas, sumando un déficit que supera los 300 millones de euros.
Para paliar esta situación, el club ha considerado la venta de algunos de sus jugadores más valiosos, entre ellos Fernandes, cuyo contrato con el club expira en 2027, con opción a extenderse por un año más.
La necesidad de hacer caja también se ve reflejada en los problemas que enfrenta el club para mantener su competitividad en las principales competencias europeas.
La reciente derrota en la final de la Europa League ha significado la pérdida de una importante cantidad de ingresos, estimados en aproximadamente 115 millones de euros, y además, el equipo no podrá participar en la próxima edición de la Champions League.
Sinclair falla un penalti mientras Canadá empata con Nigeria en el partido inaugural de la Copa del Mundo Femenina
Christine Sinclair, la delantera del equipo de Canadá, falló un penalti en el empate 0-0 contra Nigeria en el primer partido de la Copa del Mundo Femenina. La arquera Chiamaka Nnadozie fue clave para el equipo nigeriano al detener el tiro desde el punto penal. A pesar del resultado, el grupo queda abierto para ambos equipos.La ausencia de esta competición reducirá en unos 100 millones de euros los ingresos previstos para la próxima temporada, lo que agrava aún más la delicada situación financiera del club.
Desde su adquisición en 2005 por la familia Glazer, el Manchester United ha experimentado altibajos económicos, pero la actual crisis es considerada como una de las más severas en su historia moderna.
La pandemia de COVID-19, sumada a la caída en los ingresos por taquilla y derechos televisivos, ha golpeado duramente a los clubes de élite, y los Red Devils no han sido la excepción.
La directiva del club se ha visto en la necesidad de buscar soluciones urgentes, incluyendo posibles ventas de jugadores, recortes en los salarios y renegociaciones de contratos.
En este contexto, la postura de Fernandes refleja una realidad que muchos jugadores y aficionados temen: la incertidumbre sobre el futuro del equipo y la estabilidad económica.
La esperanza de los seguidores es que el club logre estabilizarse y volver a competir por títulos importantes, pero eso requerirá decisiones difíciles y, posiblemente, la venta de figuras clave.
La situación del Manchester United es un ejemplo claro de cómo el fútbol de élite no está exento de los problemas económicos que afectan a muchas empresas en tiempos de crisis global.