Allan Saint-Maximin, exfutbolista del Fenerbahçe, acusa al club de intentar doparlo y de prácticas cuestionables en su tratamiento médico, generando polémica en el fútbol turco.

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La declaración ha generado una gran controversia, especialmente porque el futbolista supuestamente estaba en préstamo en el club saudí Al-Ahli en ese momento, pero las implicaciones de sus acusaciones afectan directamente a la reputación del club turco.

Saint-Maximin, quien ha tenido una carrera marcada por movimientos entre clubes europeos y árabes, declaró que en su paso por el Fenerbahçe, supuestamente, le inyectaron sustancias sin su consentimiento y sin una justificación médica clara.

"Intentaron doparme, inyectándome cosas sin sentido. Me encontré en situaciones muy locas en el Fenerbahçe, que inevitablemente me afectaron", afirmó. Además, comentó que estas experiencias le hicieron pensar en escribir un libro, ya que considera que vivió momentos muy extremos.

El futbolista añadió que en varias ocasiones se sintió amenazado por el entorno del club, y que le advirtieron que no podía hablar sobre lo ocurrido.

"Intentas no decir cosas porque también te amenazan, te dicen claramente que si hablas, te haremos esto o lo otro. Te enfrentas a cosas que van más allá del fútbol. Te enteras de que las personas implicadas también tenían opiniones e instrucciones. Piensas: ¿De verdad lo ha hecho a propósito? ¿Es esto normal?", explicó.

Supuestamente, Saint-Maximin también reveló que en una ocasión estuvo enfermo y que, en vez de recibir un tratamiento adecuado, le administraron un producto que podría considerarse doping.

"Cuando estuve enfermo, prácticamente me dieron un tratamiento que se considera un producto dopante. No sé por qué este equipo médico hizo eso", expresó.

"Seguimos con asombro las declaraciones de Allan Saint-Maximin

Las reacciones no se hicieron esperar. El Fenerbahçe, a través de un comunicado oficial en redes sociales, expresó su sorpresa y rechazo ante las declaraciones del futbolista. "Seguimos con asombro las declaraciones de Allan Saint-Maximin. El hecho de que un deportista haya distorsionado los hechos respecto al proceso de tratamiento al que se sometió tras un problema de salud que experimentó es un intento de dañar la reputación de nuestro club.

Como Club Deportivo Fenerbahçe, nos gustaría informar al público que utilizaremos todos nuestros derechos legales contra el engaño al público y las declaraciones distorsionadas con respecto a nuestra reputación corporativa", señalaron.

Este incidente ha abierto un debate sobre las prácticas médicas en los clubes turcos y la protección de los derechos de los futbolistas. En la historia del fútbol turco, el Fenerbahçe es uno de los clubes más tradicionales, fundado en 1907, con una gran cantidad de seguidores y una rica historia llena de éxitos nacionales e internacionales.

Sin embargo, este tipo de acusaciones podría marcar un antes y un después en la percepción pública y en las políticas internas de control médico.

Supuestamente, la denuncia de Saint-Maximin llega en un momento en el que el fútbol en Turquía intenta mejorar sus estándares y garantizar la transparencia en todos los aspectos del deporte.