El equipo de Canadá sufre una salida prematura y desgarradora en la Copa Mundial Femenina
El equipo canadiense se despidió anticipadamente de la Copa Mundial Femenina en Australia, causando una gran cantidad de emociones.
Tanto el equipo, el personal, los medios de comunicación que cubrieron el partido como los seguidores del equipo en todo Canadá se inundaron de sentimientos como la consternación, el shock y la frustración, todos ellos componentes del dolor.
Además de las implicaciones prácticas de la derrota, como la necesidad de reorganizar los vuelos, cambiar los boletos y cancelar las reservas de hotel, los periodistas canadienses se vieron obligados a regresar a casa antes de lo previsto.
Aunque seguirán cubriendo el torneo, lo harán desde la comodidad de sus hogares u oficinas, mientras Toronto se sofoca con el calor de agosto.
Empacaron todas las sudaderas con capucha y pantalones de chándal que habían disfrutado durante el torneo.
A pesar de tener que comprar un inhalador nasal, han disfrutado mucho de esta temporada en Australia, a pesar de la tristeza.
El fútbol siempre ha sido para ellos una fuente de felicidad y desesperación.
Es emocionante jugarlo, emocionante verlo y un placer cubrirlo profesionalmente.
Aunque el trabajo puede ser arduo en términos de horas y viajes, los periodistas deportivos canadienses aman su trabajo.
Sin duda, cubrir la derrota de Canadá en la Copa Mundial es uno de los momentos más importantes de su carrera.
Es difícil preguntar sobre el resultado, la respuesta y la reacción de una manera que no sea aún más perturbadora para los jugadores que lloran frente a ellos.
Cuando tienen el rostro derrotado y desanimado y el ambiente está lejos de ser alegre.
¿Cómo pueden trabajar eficazmente cuando se requiere lidiar con tanta tristeza?
La cobertura periodística en este tipo de situaciones es complicada, ya que se trata de encontrar el equilibrio entre la empatía y la reacción.
Después de todo, tienen que informar y dar perspectivas a sus compatriotas, pero también deben manejar sus propias emociones.
Es importante ser excepcional en su trabajo, pero a veces hay días mejores que otros.
Al día siguiente de la derrota de Canadá, en lugar de ver otros partidos, los periodistas optaron por descansar, organizar sus habitaciones y disfrutar de una deliciosa cena juntos.
Se rieron y tuvieron la oportunidad de disfrutar de la compañía sin la presión de una fecha límite inminente.
Fue una velada de aprecio y diversión, un momento para recargar fuerzas.
En el estadio, se pudo observar una inmensa tristeza en los jugadores, los fanáticos e incluso en los medios de comunicación brasileños.
Las emociones eran muy crudas y familiares para los periodistas canadienses presentes.
Hay lugar para la gracia y la comprensión en todas estas situaciones, una forma de navegar por las emociones sin dejar que interfieran con el trabajo que deben hacer.
Después de un partido, los periodistas se centran de inmediato en su trabajo.
Informan, obtienen comentarios y respuestas de los jugadores y hacen preguntas relevantes en la rueda de prensa.
Es un proceso en el que deben dejar a un lado sus propias emociones para poder cumplir con su labor periodística.
El fútbol es apasionante y no estarían en esa posición si no amaran el deporte y el equipo nacional de mujeres de Brasil.
Aunque puede ser difícil, poder centrarse en su trabajo es de gran ayuda.
Se abrazaron y se despidieron.
Si bien ha sido una experiencia complicada, están listos para disfrutar de momentos llenos de alegría.