El equipo chileno logró una victoria ante Atlético Bucaramanga, pero las sanciones y decisiones de la Conmebol marcaron su paso por la Copa Libertadores 2025, dejando dudas sobre lo que pudo haber sido si las circunstancias hubieran sido otras.

Colo Colo consiguió una victoria por 1-0 frente a Atlético Bucaramanga en una jornada que marcó el cierre de su participación en la Copa Libertadores 2025.
Sin embargo, más allá del resultado en el campo, las sombras de las decisiones disciplinarias y las sanciones económicas impuestas por la Conmebol volvieron a ser protagonistas en el Estadio Monumental.
La historia de su campaña pudo haber sido diferente si la organización permitiera la reanudación de los partidos suspendidos, ya que en el duelo contra Fortaleza solo se disputaron aproximadamente 20 minutos antes de que el encuentro fuera detenido.
El ambiente en el club chileno estuvo marcado por la incomodidad y la frustración ante las sanciones que consideran injustificadas. Javier Correa, delantero del equipo, expresó su malestar en una entrevista con ESPN, asegurando que "nos sancionaron injustamente, por ahí nosotros no tuvimos nada que ver y la Conmebol cortó por el lado más fino, se dejó llevar.
Nada, hoy estaríamos peleando, hay que aceptar estas injusticias, prepararse para lo que viene". La declaración refleja la sensación de impotencia del plantel ante decisiones que consideran arbitrarias y que, según ellos, afectaron sus posibilidades de avanzar en la competencia.
Por su parte, el director técnico Jorge Almirón también manifestó su postura respecto a los incidentes. En sus declaraciones, afirmó: "Claro que sí, nosotros como equipo no hicimos nada. Nos preparamos y estábamos jugando un muy buen partido contra Fortaleza, pero el partido se suspendió y nos perjudicó. Se cortó el partido". La interrupción en el encuentro, que en realidad fue suspendido por cuestiones disciplinarias y de seguridad, dejó a los dirigidos por Almirón con la sensación de que podrían haber tenido una oportunidad real de seguir en la competencia.
Desde el punto de vista futbolístico, muchos analistas consideran que los partidos en esta competición se definen en el ruedo, en la cancha, y que decisiones como las sanciones y la suspensión de partidos alteran esa dinámica.
Para Colo Colo, la situación fue aún más dura, ya que la Conmebol decidió restarles tres puntos y anular tres goles en contra, lo que influyó directamente en su posición en la tabla y en sus aspiraciones de avanzar.
La pérdida de estos puntos no solo afectó la clasificación, sino que también dejó un sabor amargo en una campaña que prometía ser prometedora.
Este tipo de controversias no son nuevas en la historia del fútbol sudamericano. La Conmebol, en su afán por mantener el orden y la disciplina, ha sido criticada en varias ocasiones por decisiones que parecen favorecer a ciertos equipos o que dejan en evidencia la falta de transparencia en los procedimientos disciplinarios.
La historia de Colo Colo y su paso por la Libertadores 2025 se suma a un largo listado de casos donde la justicia deportiva ha quedado en entredicho.
A pesar de las dificultades, el equipo chileno mostró carácter y logró cerrar su participación con una victoria en el campo, pero la impresión general es que las decisiones externas y las sanciones económicas influyeron significativamente en el desarrollo de su campaña.
La esperanza ahora es que en futuras ediciones, la organización pueda ofrecer un marco más justo y transparente que permita a los clubes competir en igualdad de condiciones y que las decisiones se tomen en base a criterios claros y objetivos.
Mientras tanto, Colo Colo se prepara para seguir luchando en otros frentes, con la mirada puesta en recuperar la confianza y seguir creciendo en el fútbol sudamericano.