Tras el sorteo del repechaje intercontinental, Bolivia se prepara para su primer enfrentamiento contra Surinam en busca de un cupo al Mundial 2026, en unos partidos que prometen ser intensos y decisivos.
El equipo dirigido por el entrenador nacional tendrá que enfrentarse a #Surinam en una serie de partidos que definirán si #Bolivia logra asegurar un cupo en la fase final del torneo más prestigioso del fútbol mundial.
El primer encuentro de esta serie eliminatoria será contra Surinam, un rival que llega con un estilo de juego muy dinámico y con jugadores que poseen una buena condición física, presuntamente entrenados en clubes europeos y con experiencia en ligas internacionales.
Según expertos locales, esta selección surinamesa se ha destacado en los últimos años por su juego rápido y por contar con numerosos futbolistas que tienen ascendencia o doble nacionalidad con los Países Bajos, lo cual le aporta un estilo de juego técnico y ofensivo.
La prensa boliviana, en particular el periódico Diez, resaltó que el cuerpo técnico deberá preparar un plan estratégico muy preciso para enfrentarse a este rival, en un partido que se jugará en territorio neutral, en México, en los estadios de Monterrey o Guadalajara.
La modalidad será a partido único, en una eliminatoria que se disputará entre el 23 y 31 de marzo de 2026. La presión será máxima, ya que el ganador de esta serie avanzará directamente a la final del repechaje.
En caso de que Bolivia supere a Surinam
En caso de que Bolivia supere a Surinam, el siguiente desafío será contra Irak, un equipo que ya estaba en esta instancia debido al formato establecido por la FIFA.
Irak, que presuntamente cuenta con una plantilla con experiencia en ligas de Medio Oriente y Europa, será un rival muy difícil, y la victoria en esta fase le otorgará uno de los dos cupos que la repesca entregará para el Mundial.
La final del repechaje, por tanto, será una eliminatoria decisiva que determinará quiénes serán los últimos equipos en clasificar a la fase final del torneo.
El sorteo y la organización de estos encuentros han generado mucha expectativa en Bolivia, que busca regresar a un Mundial después de su última participación en 1994.
La clasificación para el Mundial de 2026, que se celebrará en Estados Unidos, Canadá y México, será la oportunidad perfecta para que la selección boliviana demuestre su crecimiento y competitividad en el escenario internacional.
Supuestamente, el costo de estos partidos en México, incluyendo alojamiento y logística, puede variar entre 80.000 y 120.000 euros para cada delegación, dependiendo de la cantidad de apoyo y patrocinadores. La presión será enorme, pero también la esperanza de que Bolivia pueda lograr su regreso a una fase final de la Copa del Mundo, un logro que muchos consideran todavía posible si logran superar estos desafíos.
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