En Euskadi, la consejera de Movilidad Sostenible, Susana García Chueca, ha presentado ante la Autoridad del Transporte de Euskadi (ATE) una propuesta que busca ampliar la gratuidad en el uso del transporte público para los niños hasta los 12 años.

Esta medida, que actualmente solo se aplica hasta los 6 años, tiene como objetivo no solo fomentar el uso del transporte público desde una edad temprana, sino también ofrecer un respiro económico significativo a las familias.

La decisión fue discutida en un pleno que tuvo lugar el miércoles en la sede del Gobierno Vasco en Vitoria-Gasteiz.

Durante el encuentro, los representantes de diversas administraciones públicas expresaron su apoyo a la iniciativa, que cuenta con el potencial de beneficiar a aproximadamente 130.362 niños en todo Euskadi, distribuidos en 21.955 en Álava, 65.025 en Bizkaia y 43.382 en Gipuzkoa.

Según García Chueca, 'esta medida es esencial si realmente queremos promover el transporte público como un elemento clave en nuestra lucha contra el cambio climático.

La gratificación de los viajes gratuitos desde una edad temprana fomenta hábitos responsables en los más jóvenes y, al mismo tiempo, ayuda a las economías familiares'.

La implementación de esta nueva normativa está proyectada para comenzar en enero de 2025, específicamente en modos de transporte operados directamente por la sociedad pública Euskotren, que incluye los tranvías de Vitoria-Gasteiz y Bilbao, así como las líneas de tren entre Bilbao y Hendaia.

Las diputaciones forales de Álava y Gipuzkoa también han mostrado su respaldo a esta política, y en Gipuzkoa está previsto que la Diputación eleve esta propuesta a votación en la Autoridad Territorial del Transporte.

Es relevante mencionar que la medida de gratuidad ya está activa desde finales de 2022 en el operador de autobuses urbanos de Vitoria, Tuvisa, lo que ha permitido un modelo de transporte más accesible para las familias con niños.

Además, desde septiembre de 2022, se han ofrecido bonificaciones del 50% en las tarifas de transporte, lo que ha implicado que el ejecutivo vasco haya aportado alrededor de 41 millones de euros para ayudar a financiar estas reducciones.

Estos costos se cubren en un 30% con fondos del Gobierno central y el 10% restante proviene de los propios operadores de transporte.

La consejera García Chueca también ha subrayado la necesidad de adaptarse a las posibles decisiones que pueda tomar el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible respecto a estas bonificaciones.

En caso de que se eliminen las ayudas del Gobierno central, se ha propuesto que cada operador mantenga un descuento del 20% en las tarjetas de transporte más utilizadas, como una forma de incentivar a las personas que son asiduas al transporte público.

Esta propuesta representa un esfuerzo claro por parte del Gobierno Vasco para no solo facilitar la movilidad a las familias, sino también para fomentar un cambio de hábitos hacia un transporte más sostenible desde la infancia.