El Gobierno Vasco ha declarado que el Pacto Vasco de Salud entra en su fase final tras la aprobación de nuevos documentos estratégicos, con el objetivo de construir un modelo sanitario universal, sostenible y enfocado en las necesidades del paciente, consolidando avances históricos en la planificación y gestión de la sanidad en Euskadi.

El consejero de Salud, Alberto Martínez, afirmó que este acuerdo ha supuesto un hito histórico en la organización del sistema sanitario vasco. Durante la novena reunión del foro impulsado por el Lehendakari en el Palacio Europa de Vitoria-Gasteiz, Martínez destacó que con la aprobación de estos ocho nuevos documentos, se sientan las bases para la siguiente fase del pacto, en la que se dará seguimiento y evaluación a los avances logrados hasta ahora.
Desde su inicio en febrero de 2023, tras un proceso que involucró a aproximadamente 400 expertos, profesionales y representantes de la ciudadanía, el #Pacto Vasco de Salud ha avanzado en 24 líneas estratégicas orientadas a transformar y mejorar el sistema de atención sanitaria en Euskadi.
La convocatoria se realizó en el BEC de Barakaldo, permitiendo la participación de diferentes actores del sector, y consolidando un compromiso histórico con una visión compartida del futuro sanitario vasco.
Entre los aspectos más destacados del pacto, como parte de las nuevas estrategias, se encuentra la integración del enfoque 'One Health', que busca armonizar la #salud humana, animal y ambiental en la planificación sanitaria.
Este enfoque reconoce que la salud de las personas está estrechamente vinculada a la del entorno y las especies que habitan en él, por lo que promueve alianzas institucionales y una actitud proactiva y preventiva en la gestión de amenazas globales como zoonosis o resistencia antimicrobiana.
Otra línea clave es la potenciación de la prevención y vigilancia de la salud, con medidas específicas para detectar tempranamente amenazas sanitarias y mejorar la respuesta ante emergencias.
En este sentido, el sistema vasco refuerza la vigilancia epidemiológica, la inmunización y la creación de planes de contingencia, además de actualizar sus sistemas de información para adaptarse a nuevos retos.
Asimismo, en el ámbito de promoción de la salud y acción comunitaria, se priorizan acciones dirigidas a reducir las desigualdades sociales en salud a través de la mejora de los determinantes sociales, fomentando la participación ciudadana y creando espacios favorables para conductas saludables.
Se pone especial énfasis en la atención a colectivos vulnerables, infancia, adolescencia y salud reproductiva.
En relación a la atención sociosanitaria, se busca definir un modelo público, integral y coordinado que priorice la atención en domicilio y en entornos comunitarios como alternativas a la hospitalización.
La meta es optimizar recursos y simplificar los procesos asistenciales, con un enfoque en la prevención y detección precoz, además de reforzar la continuidad y la personalización del cuidado.
La #innovación en salud y la investigación también toman un papel protagonista en este proceso
La innovación en salud y la investigación también toman un papel protagonista en este proceso, con el impulso de nuevas terapias y la creación de centros especializados en innovación digital y gestión de datos anonimizados.
La digitalización en salud se plantean como un pilar para transformar la asistencia, potenciar la eficiencia y garantizar la seguridad de la información.
En materia de infraestructuras sanitarias, el pacto prevé una planificación participativa y plurianual que asegure la modernización de los centros de atención primaria, hospitales y servicios sociales, garantizando además la equidad territorial y la #sostenibilidad energética.
El respeto por los derechos lingüísticos, en especial en la atención en euskera, también está incorporado en estos planes estratégicos, con el compromiso de garantizar una atención de calidad en la lengua oficial que el usuario elija.
Este proceso, iniciado en febrero de 2023, se ha consolidado en una hoja de ruta que refuerza los principios de universalidad, sostenibilidad y equidad, aspectos que han guiado la elaboración de los 24 grupos de trabajo y sus propuestas.
La fase de seguimiento y evaluación, prevista para comenzar en abril, permitirá medir los avances y consolidar los cambios en la estructura y gestión del sistema sanitario vasco.
El consejero Martínez aprovechó para agradecer el esfuerzo y compromiso de todos los agentes implicados, entre ellos colegios profesionales, sindicatos, universidades y organizaciones sociales.