En Euskadi, ¿Es relevante abordar el tema de la salud mental? ¿Cuáles son los desafíos a los que se enfrenta la salud mental? ¿Qué acciones podemos llevar a cabo para mejorar la situación? Estas son algunas de las preguntas sobre las que reflexionaron los alumnos del IES Arratia y los miembros de Bizi Igorre Lagunkoia en un cinefórum intergeneracional.

La actividad tuvo lugar el 26 de marzo y congregó a personas de distintas edades: 10 estudiantes de 14 a 15 años, 2 profesores y 8 jubilados de Bizi Igorre Lagunkoia, acompañados por un técnico de Maraka.

Previamente, cada grupo había visualizado el documental "Buru Osasuna: Lehen eta orain" del programa Ur Handitan, donde debatieron sobre los temas planteados, intercambiando conocimientos, valores y experiencias.

Los jubilados mencionaron que "antes no se hablaba sobre este tema y se consideraba a las personas con enfermedades mentales como locas". Por otro lado, los jóvenes señalaron que "si bien el tema está más normalizado, aún existen muchos estigmas debido a la vergüenza y el miedo".

El preocupante malestar emocional en los adolescentes y la necesidad de tomar medidas

La epidemia del COVID-19 ha agudizado el malestar emocional en los adolescentes españoles, según una encuesta reciente. ¿Qué se puede hacer para prevenir y afrontar este problema?

Identificaron la soledad y la exclusión como los principales desafíos que enfrentan las personas con problemas de salud mental, proponiendo como solución el apoyo tanto de los profesionales como de la sociedad en general, incluyendo la integración de estas temáticas en los centros educativos.

El encuentro fue valorado de manera positiva, ya que permitió a los participantes compartir sus experiencias y opiniones de manera abierta.

Consideran que este tipo de iniciativas, además de fortalecer el sentido de comunidad, son una valiosa herramienta para fomentar la socialización y el intercambio de reflexiones sobre temas complejos.

En Igorre, desde la implementación del programa Igorre Lagunkoia en 2016, se realizan actividades de este tipo al menos una vez al año, ya que se reconoce que trabajar la intergeneracionalidad contribuye a la creación de entornos inclusivos y amigables.