El Gobierno Vasco anuncia una nueva estrategia para optimizar la atención a pacientes que sufren ictus, con énfasis en la prevención y hábitos saludables.

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En el marco del Día Mundial del Ictus, celebrado el 29 de octubre, el Departamento de Salud del Gobierno Vasco ha presentado su nueva estrategia para mejorar la atención de enfermedades críticas relacionadas con el tiempo, como el ictus y el infarto agudo de miocardio.

Esta iniciativa tiene como propósito principal optimizar la respuesta médica ante estos episodios, abordando aspectos que buscan minimizar el impacto de estas patologías en la población.

A lo largo del año 2023, Osakidetza ha tratado a aproximadamente 8,900 personas afectadas por ictus, de las cuales el 54.5% son hombres y el 45.5% mujeres.

Más de la mitad de estos pacientes eran mayores de 75 años, lo que evidencia la necesidad de centrar los esfuerzos en la población más vulnerable.

Estos datos son preocupantes, sobre todo considerando que la mayoría de los casos atendidos en Euskadi se distribuyen entre las tres provincias: 1,101 en Álava, 4,445 en Bizkaia y 3,373 en Gipuzkoa.

La implementación de esta nueva estrategia se da en un contexto donde la mortalidad por enfermedades cerebrovasculares ha mostrado una tendencia a la baja.

Entre 2001 y 2014, la tasa de mortalidad disminuyó un 4.8% anual; sin embargo, esta caída se ha mantenido en un 3.8% desde 2014 hasta 2023. En este periodo, los hombres han mostrado un descenso significativo en la mortalidad, mientras que las tasas han sido también alentadoras entre las mujeres.

Un aspecto fundamental de esta estrategia es la prevención, que se centra en promover hábitos de vida saludables y en el ejercicio físico regular.


La identificación y manejo de factores de riesgo como la hipertensión, diabetes, y hipercolesterolemia son esenciales.

Además, el tabaquismo, la falta de actividad física, una dieta poco saludable y el estrés son considerados elementos modificables que pueden jugar un papel crucial en la aparición de un ictus.

Esencialmente, la rapidez con la que se actúe ante la aparición de síntomas de ictus puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

Por esta razón, el Departamento de Salud ha subrayado la importancia de reconocer signos como la pérdida repentina de fuerza en un brazo o una pierna, dificultad para hablar, visión borrosa, inestabilidad o un dolor de cabeza intenso.

La recomendación es clara: si se presentan estos síntomas, se debe llamar al 112 sin dudar.

En una presentación adicional, el Gobierno Vasco destacó el compromiso de implementar un marco que facilite a todos los agentes sanitarios llevar a cabo acciones prioritarias en el tratamiento de emergencias que esconden un alto riesgo para la vida.

La creación de redes de atención especializadas como el Iktus Kodearen Euskal Sarea busca asegurar que todos los pacientes reciban atención oportuna y adecuada a sus necesidades.

De este modo, el Gobierno Vasco no solo se enfoca en la intervención médica, sino también en la educación y la concienciación de la población respecto a los sintomas de ictus, asegurando que los ciudadanos estén bien informados y preparados para actuar ante cualquier eventualidad.