La consejera María Jesús San José expone los ejes fundamentales de su departamento, centrándose en los derechos esenciales, la memoria histórica y el acceso a la justicia.

Hoy, la consejera de Justicia y Derechos Humanos de Euskadi, María Jesús San José, ha compartido los desafíos y las prioridades que su departamento abordará durante la nueva legislatura.

En una entrevista con la Cadena SER, San José ha enfatizado la importancia de garantizar los derechos fundamentales de todas las personas, así como de crear un contexto donde las víctimas se sientan escuchadas y apoyadas.

Uno de los pilares centrales de su gestión será la justicia, que incluye no solo la administración del sistema judicial, sino también la gestión penitenciaria.

San José ha señalado que es crucial garantizar el acceso a la justicia para todos, lo que implica asegurar la disponibilidad de servicios públicos esenciales.

Esto no solo facilita la reintegración de los ciudadanos en la sociedad, sino que también establece un camino hacia la libertad y la seguridad en Euskadi.

En este sentido, la consejera ha manifestado también su apoyo a la labor del Instituto Gogora, dedicado a la memoria, la convivencia y los derechos humanos.

Este organismo pretende abrir un nuevo capítulo en el abordaje del pasado, ayudando a construir una ciudadanía del futuro que esté arraigada en los valores democráticos, en la memoria histórica y en un fuerte respeto por los derechos humanos.

Es importante recordar que la gestión de la memoria histórica ha sido un tema candente en España, especialmente en comunidades autónomas como Euskadi, donde el impacto del terrorismo y la violencia política han dejado huellas profundas en la sociedad.

La preocupación por cómo las generaciones futuras recordarán estos eventos es crucial.

La consejera ha declarado que es esencial construir una narrativa deslegitimadora que reconozca y valide a las víctimas del conflicto.

Además, San José ha añadido que su departamento buscará implementar políticas que promuevan el entendimiento y el respeto por la diversidad, aspectos que se han vuelto fundamentales en una sociedad cada vez más plural.

Esta estrategia no solo se dirige a abordar el pasado, sino que también tiene como objetivo la educación y la concienciación de las nuevas generaciones sobre los derechos humanos.

Por otra parte, la gestión del pasado no sería efectiva sin una justicia que se mantenga imparcial y equitativa.

La consejera ha subrayado que cada acción tomada por su departamento tendrá como objetivo claro el fortalecimiento de un sistema que proteja tanto a las víctimas como a la sociedad en su conjunto.

El legado de conflictos pasados debe ser un catalizador para mejorar el presente y construir un futuro más justo.

Con una visión enfocada en los derechos humanos y la memoria, el Departamento de Justicia y Derechos Humanos de Euskadi se plantea retos ambiciosos y fundamentales en esta legislatura recién inaugurada.