Euskadi, junto a otras comunidades autónomas, impone restricciones en el movimiento de ganado para prevenir la propagación de la enfermedad de lengua azul, afectando a vacas y ovejas.

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En Euskadi, se han implementado restricciones y suspensiones en los movimientos de ganado debido a la propagación de la enfermedad conocida como lengua azul, específicamente del serotipo 8. Esta medida ha sido adoptada conjuntamente con las comunidades autónomas de Cataluña, Aragón, Navarra y las Islas Baleares, en un esfuerzo por controlar la situación y evitar que la enfermedad afecte a más ganado.

La lengua azul es una enfermedad viral que impacta principalmente a rumiantes como vacas y ovejas, pero que no tiene repercusiones en la salud humana.

La decisión de restringir el movimiento de estos animales se basa en la detección de brotes en diversas localidades; el propósito es prevenir un brote mayor que podría perjudicar la producción ganadera en la región.

Según el acuerdo del Ministerio de Agricultura y Pesca (MAPA), las áreas donde se han detectado focos de virus se clasifican en dos tipos.

Por un lado, están las zonas donde ya se ha confirmado la existencia del virus, y por otro, aquellas que no han mostrado señales de circulación viral.

Esta clasificación es crucial para establecer las condiciones de movimiento entre las diferentes comunidades.

Hasta la fecha, se han introducido condiciones específicas para los movimientos de ganado desde áreas restringidas hacia zonas libres de la enfermedad.

Estas condiciones dependen del tipo de animales, su edad y el estado de vacunación.

La vacunación es un componente clave; solo los animales que han completado su esquema de vacunación y revacunación, de acuerdo con la especificación de los fármacos, podrán ser trasladados.


El resultado negativo de las pruebas PCR tendrá una validez de diez días, lo que implica un monitoreo constante para asegurar la salud del ganado.

Las restricciones afectan especialmente a los terneros destinados al cebadero, así como a los movimientos estacionales entre pastos y aquellos relacionados con la reproducción o reposición de ganado.

También se requiere desinsectación de los vehículos utilizados para el transporte de animales en las 48 horas anteriores a los traslados, garantizando así la mínima exposición al virus.

Además, las comunidades involucradas han acordado que los Servicios de Sanidad Animal de cada región mantendrán una comunicación constante sobre cualquier cambio respecto a la clasificación de las zonas, así como sobre la detección de nuevos brotes.

Esta acción busca no solo proteger la salud del ganado, sino también garantizar la estabilidad del sector agrario, que es vital para la economía local.

Como trasfondo histórico, es importante recordar que la lengua azul ha estado presente en Europa durante varias décadas, con brotes que han sido controlados mediante programas de vacunación masivos.

Sin embargo, la aparición de nuevos serotipos plantea retos constantes para la sanidad animal y la producción ganadera en la región.

Mantener una vigilancia adecuada y una respuesta rápida es fundamental para mitigar sus efectos.