En Euskadi, la consejera de Justicia y Derechos Humanos, María Jesús San José, ha explicado cómo se conceden los permisos a las personas internas en centros penitenciarios.

Según la consejera, el proceso de concesión de permisos se rige por una serie de criterios establecidos, que buscan garantizar la seguridad de la sociedad y favorecer la reinserción social de los internos.

En este sentido, se analizan diferentes aspectos, como el comportamiento del interno, el tipo de delito cometido, el tiempo de condena cumplido y la evaluación de riesgo de reincidencia.

La decisión de otorgar un permiso queda en manos de un equipo multidisciplinario que evalúa cada caso de forma individualizada.

Además, la consejera ha destacado la importancia de este proceso para fomentar la reinserción social de las personas privadas de libertad, promoviendo su participación en programas de formación y empleo durante su estancia en prisión.

Percepción de la juventud en Euskadi sobre la inmigración extranjera

A través de una encuesta online realizada por el Observatorio Vasco de la Juventud, se obtuvieron datos sobre la percepción de los jóvenes en Euskadi respecto a la inmigración extranjera. Estos datos muestran cambios en los últimos años y revelan opiniones divididas sobre la cantidad de personas extranjeras en la región.

En cuanto a los costos, el precio medio de una estancia en prisión en Euskadi es de 100 euros por día, incluyendo alojamiento, manutención y atención médica.

Este precio se mantiene estable desde hace varios años, a pesar del aumento de los costos operativos.

En comparación con otros países europeos, el costo de mantener a un preso en Euskadi es ligeramente superior al promedio, que se sitúa en torno a los 90 euros por día.

Sin embargo, se destaca el enfoque de la comunidad autónoma en la rehabilitación y reinserción de los internos, lo que contribuye a reducir la tasa de reincidencia y promover una sociedad más segura.

En resumen, el proceso de concesión de permisos a internos en centros penitenciarios en Euskadi es riguroso y se basa en criterios claros, con el objetivo de garantizar la seguridad de la sociedad y promover la reinserción social de los internos.