Euskadi presenta su Plan Industrial 2030, con una inversión de aproximadamente 3.400 millones de euros hasta 2028, destinado a transformar su industria mediante proyectos innovadores y colaboración público-privada, alineados con las prioridades europeas de reindustrialización y sostenibilidad.

El impulso de esta iniciativa se enmarca en la necesidad de que #Euskadi mantenga su relevancia en el escenario económico europeo e internacional, apostando por una #industria basada en la innovación, la #descarbonización y la digitalización.
El plan contempla la ejecución de 20 proyectos transformadores, divididos en dos grupos: diez liderados por instituciones públicas y otros diez llevados adelante por empresas del sector privado.
Estos proyectos se organizan en torno a tres pilares principales: impulsar más industria, mejorar la calidad de la industria existente y reducir las emisiones contaminantes.
La #inversión total prevista alcanza los 3.400 millones de euros, y se espera que movilice cerca de 12.300 millones a través de inversión privada, alcanzando en conjunto cerca de 15.700 millones de euros en impulso público y privado durante la vigencia del plan. Esta estrategia busca fortalecer sectores clave como componentes de automoción, energías renovables, manufactura avanzada, metalurgia y movilidad sostenible, además de impulsar sectores con potencial futuro, como la industria aeroespacial, biosanitario, soluciones digitales avanzadas, redes inteligentes y almacenamiento de energía.
En palabras del consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad, Mikel Jauregi, "la principal #innovación de este plan radica en los proyectos transformadores, diseñados para materializar las prioridades estratégicas.
Son oportunidades de colaboración a nivel nacional para crear un nuevo tejido industrial, con planes de negocio claros y resultados tangibles". Además, resaltó que estos proyectos se estructuran con el fin de fomentar la cooperación entre entidades públicas y privadas, promoviendo la innovación y la sostenibilidad.
Por su parte, el lehendakari Imanol Pradales destacó la importancia de esta estrategia en un entorno global de incertidumbre y desafíos económicos.
Señaló que el futuro del País Vasco pasa por apostar firmemente por la industria y por fortalecer vínculos con Europa. Desde su perspectiva, el plan se alinea con las directrices de la Comisión Europea, en particular con el 'Clean Industrial Deal', centrado en la descarbonización y las tecnologías limpias.
Euskadi ha tenido un papel destacado en la industria europea
Históricamente, Euskadi ha tenido un papel destacado en la industria europea, especialmente en sectores como el automóvil y la maquinaria, con una larga tradición que se remonta a la revolución industrial en el siglo XIX.
La región ha sabido adaptarse a los cambios tecnológicos y económicos, transformándose en un referente en innovación industrial y sostenibilidad.
El plan también contempla acciones para mejorar el entorno empresarial, atraer inversión extranjera, promover el talento y ampliar la participación de mujeres en la industria.
Igualmente, fomentará la innovación en investigación y desarrollo (I+D+i), digitalización y nuevas infraestructuras energéticas, aspectos fundamentales para mantener la competitividad.
En línea con las estrategias europeas, el plan prioriza la descarbonización de industrias intensivas en consumo energético y la expansión de las tecnologías limpias, esenciales para reducir la huella ecológica de Euskadi.
Además, busca fortalecer la cooperación con centros tecnológicos y universidades, en un esfuerzo conjunto que impulse la economía del conocimiento.
El gobierno ha establecido un sistema de gobernanza novedoso, con un Consejo Vasco de Industria, un Comité Estratégico y una Oficina de Gestión Técnica, en colaboración con 17 clústeres industriales y la alianza BRTA (Basque Research & Technology Alliance), que agrupa a centros de investigación tecnológicos y académicos.
La idea es promover una estrategia coordinada y efectiva, que facilite la ejecución de los proyectos y la medición de resultados.
Por último, se prevé que la versión definitiva del plan sea aprobada por el consejo de gobierno vasco y sometida a la consideración del Parlamento tras el verano, tras un proceso de consulta y socialización con diversos agentes económicos y sociales.