El Gobierno Vasco presenta 'Ahots Batuak', una iniciativa que busca posicionar la diversidad lingüística y cultural como motor de cambio social, sumándose a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 y promoviendo alianzas globales para un desarrollo más justo e inclusivo.

El Gobierno Vasco ha presentado oficialmente el Objetivo de Desarrollo Sostenible 18, denominado 'Ahots Batuak', que tiene como foco principal poner en valor la pluralidad lingüística y cultural como elementos fundamentales para la transformación social.
Esta iniciativa busca fortalecer el reconocimiento, protección y promoción de las #lenguas y culturas en el ámbito global, promoviendo una mayor cohesión social y un desarrollo humano equilibrado.
El impulso a este nuevo objetivo surge en un contexto donde la #diversidad cultural y lingüística ha sido señalada internacionalmente como un pilar esencial para la paz, la igualdad y la innovación.
Según datos del UNESCO Institute for Statistics, existen aproximadamente 6.000 lenguas en el mundo, muchas de ellas en peligro de extinción, lo que pone en evidencia la urgencia de acciones concretas. Euskadi, con su lengua vasca (euskera), considerada una de las lenguas más antiguas de Europa aún en uso, busca orientar su experiencia y visión hacia un modelo que sirva de ejemplo internacional.
El acto de presentación de 'Ahots Batuak' tuvo lugar en la sede de Tabakalera en Donostia, con la presencia del vicelehendakari primero y consejero de Cultura y Política Lingüística, Ibone Bengoetxea, y del director de Innovación Social y #Agenda 2030 del Gobierno Vasco, Asier Aranbarri.
Durante el evento, expertos y representantes de territorios como Hawái o el estado de Paraná en Brasil, participaron para destacar la dimensión internacional de esta iniciativa, que aspira a convertirse en un referente global.
Ibone Bengoetxea afirmó que en #Euskadi “todos los ciudadanos tienen derecho a crear y disfrutar cultura en euskera. La riqueza de nuestra cultura y lengua es parte fundamental de la identidad y el desarrollo colectivo”. Para ella, este proyecto representa “la aportación vasca a la agenda internacional de derechos culturales y lingüísticos”, alineada con los objetivos de la Agenda 2030 que busca un mundo más sostenible y equitativo.
Por su parte, Aranbarri resaltó que ‘Ahots Batuak’ no solo es un plan técnico, sino una apuesta política valiente para colocar la diversidad en el centro del debate global.
La iniciativa forma parte del Plan 2025-2028 de Innovación Social y Agenda 2030 del Gobierno Vasco y busca crear alianzas internacionales que puedan convertir a Euskadi en un laboratorio de buenas prácticas en el ámbito de la diversidad cultural y lingüística
La iniciativa forma parte del Plan 2025-2028 de Innovación Social y Agenda 2030 del Gobierno Vasco y busca crear alianzas internacionales que puedan convertir a Euskadi en un laboratorio de buenas prácticas en el ámbito de la diversidad cultural y lingüística.
Este nuevo objetivo también pretende reforzar el papel de Euskadi en la cooperación internacional y promover la colaboración con Naciones Unidas en el marco del Secretariado Local 2030.
El proyecto contempla una hoja de ruta que incluye el establecimiento de políticas públicas, el impulso de la política educativa, y la promoción del sistema de lenguas a nivel mundial, siempre desde una perspectiva que valore los derechos culturales como motores del desarrollo sostenible.
Históricamente, la protección de las lenguas menores ha sido un desafío global. Muchas comunidades en África, América Latina y Asia enfrentan el riesgo de perder sus idiomas ancestrales ante la dominancia de lenguas internacionales, como el inglés o el castellano.
Euskadi busca ser un ejemplo que demuestre cómo la gobernanza participativa, la #innovación social y la cooperación internacional pueden dar nuevas oportunidades a las comunidades para mantener su identidad y valor cultural.
En definitiva, 'Ahots Batuak' representa una mirada audaz hacia un futuro donde la diversidad cultural y lingüística no solo es un patrimonio, sino una herramienta activa para el desarrollo sostenible, la cohesión social y la paz.