El País Vasco conmemora el 8 de junio el Día Mundial de los Océanos, resaltando la importancia de la protección marina, la economía azul y las iniciativas para reducir la contaminación en los mares. Autoridades y el sector pesquero reflexionan sobre el futuro sostenible de los ecosistemas marinos.

En el País Vasco, esta fecha adquiere particular relevancia debido a la estrecha relación de la región con el océano Atlántico y su economía marina.
Desde hace décadas, #Euskadi ha puesto en marcha políticas y programas orientados a promover un desarrollo marítimo sostenible, en línea con la estrategia europea y global para la protección de los ecosistemas marinos.
La región cuenta con una larga tradición de pesca y acuicultura, actividades que aportan significativamente a su economía local. Según datos recientes, la pesca y acuicultura en Euskadi contribuyen con aproximadamente 600 millones de euros anuales, equivalentes a unos 570 millones de dólares o unos 540 millones de euros, en un contexto más amplio de la #economía azul europea.
La economía azul se refiere al uso sostenible de los recursos del mar para el desarrollo económico y la creación de empleo, sin comprometer la salud del ecosistema marino.
En este contexto, los puertos vascos, como los de Bilbao o Bermeo, están transformándose en centros neurálgicos de innovación y emprendimiento relacionados con nuevas iniciativas sostenibles, como energías renovables marinas, acuicultura y tecnologías de conservación.
El Departamento de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca del Gobierno Vasco, junto con su fundación HAZI, analizan actualmente cómo fortalecer la contribución del sector pesquero a la #sostenibilidad oceánica.
Amaia Barredo, consejera de este departamento, ha remarcado la importancia de que los jóvenes comprendan y cuiden los mares, resaltando que "el litoral vasco es un patrimonio natural y cultural que debemos proteger para las futuras generaciones".
Además, en el marco del Día de los Océanos, la consejera ha subrayado que la gestión responsable de la costa vasca es clave para garantizar espacios libres de contaminación y ecosistemas saludables.
La región apuesta por políticas que fomenten la protección del medio marino, permitiendo un equilibrio entre desarrollo económico y conservación.
Uno de los desafíos más significativos en la actualidad es la problemática de la contaminación, especialmente por microfibras textiles. Estas diminutas partículas, que se desprenden de la ropa sintética durante los lavados, terminan en los mares y afectan tanto a la fauna marina como a la salud humana, ya que ingresan en la cadena alimenticia.
Se estima que más del 30 % de la #contaminación marina global está relacionada con estas microfibras
Se estima que más del 30 % de la contaminación marina global está relacionada con estas microfibras, que además contribuyen a la acumulación de residuos plásticos en los ecosistemas.
Otros problemas que enfrentan los #océanos incluyen los vertidos de plásticos, residuos químicos, petróleo y contaminantes procedentes de actividades humanas, además del ruido y la iluminación artificial que alteran la vida marina.
La batalla por conservar los mares requiere la colaboración de gobiernos, instituciones y la población, promoviendo prácticas responsables y sostenibles.
En Europa, la Comisión Europea realiza durante toda esta semana debates y diálogos juveniles bajo la iniciativa “Voces Jóvenes por el Océano”.
Estas actividades buscan incluir a las nuevas generaciones en la formulación de políticas que protejan los mares. Entre los temas abordados están la restauración de los océanos y la contribución de los jóvenes a un pacto europeo para los océanos, cuyo objetivo principal es garantizar mares sanos, impulsar una economía azul sostenible y fortalecer la gobernanza oceánica.
El Pacto Europeo para los Océanos persigue tres metas fundamentales: mantener los océanos en buen estado, impulsar prácticas económicas sostenibles y mejorar la ciencia y el conocimiento marino.
La participación de las comunidades locales y las organizaciones juveniles es crucial para alcanzar estos objetivos, asegurando que las políticas sean efectivas y representativas.
A nivel global, estas iniciativas muestran un compromiso firme con la protección del medio marino, promoviendo acciones concretas como reducir el uso de plásticos, mejorar las técnicas de pesca y fomentar energías renovables en las zonas costeras.
La conciencia y la acción conjunta son esenciales para mantener nuestros océanos saludables, ya que su bienestar repercute directamente en la estabilidad climática y la seguridad alimentaria mundial.