El Gobierno Vasco y la Diputación Foral de Álava demandan la urgencia de acelerar las infraestructuras energéticas renovables para asegurar el desarrollo industrial de la región.
En la comunidad autónoma del País Vasco, el Gobierno local y la Diputación Foral de Álava han coincidido en la necesidad urgente de acelerar las infraestructuras orientadas a la energía renovable.
Esta decisión surge ante el compromiso de garantizar un futuro industrial que no dependa de recursos no renovables.
El consejero de Industria, Mikel Jauregi, junto al Diputado General Ramiro González, han expresado su preocupación por el futuro de la industria en la región si no se actúa con celeridad.
Uno de los proyectos en el centro de este debate es el Parque eólico de Cantoblanco.
Recientemente, el Gobierno Vasco ha confirmado que se publicará próximamente una Declaración Ambiental negativa para este parque, lo que implicaría que su tramitación decaiga.
No obstante, otros proyectos como los de Azazeta, Labraza e Itsaraz han progresado significativamente, ya que Labraza y Azazeta cuentan con su correspondiente Declaración de Impacto Ambiental.
En el caso de Itsaraz, espera la Declaración de Impacto Ambiental definitiva por parte del Ministerio.
La gestión administrativa se caracteriza por un cumplimiento estricto de los requerimientos ambientales.
En este sentido, la decisión de considerar negativa la Declaración Ambiental del Parque de Cantoblanco se fundamenta en la importancia de esta área montañosa para la fauna local, ya que es un hábitat crítico para diversas especies de aves rapaces.
Además, los datos reflejan que en 2023, el consumo total de electricidad en Álava fue de 2.110 GWh, pero solo un 15,1% de esta energía fue generada a partir de fuentes renovables dentro de la región.
Esta situación resalta la dependencia energética de la comunidad y la imperante necesidad de revertir esta situación con la participación activa de instituciones, empresas y la ciudadanía.
Jauregi y González han hecho un llamado a todos los actores locales para intensificar un debate sereno y racional sobre la implementación de nuevos proyectos de energías renovables.
Ambos se han comprometido a asegurar una gestión administrativa meticulosa, responsable, transparente y alineada con los intereses del territorio.
Creen que solo a través de un enfoque colaborativo se podrá avanzar hacia un modelo industrial que respete el entorno y promueva un desarrollo sostenible.
Históricamente, España ha sido un líder en el sector de energías renovables, siendo el viento y la energía solar dos de sus principales fuentes de electricidad.
En la última década, el país ha aumentado significativamente su capacidad en energías limpias, pero aún queda mucho por hacer, especialmente en regiones que necesitan diversificar sus fuentes energéticas y reducir su dependencia de la electricidad importada.
Las próximas decisiones en torno a la energía renovable en Euskadi no solo influirán en el desarrollo económico de la región, sino también en su compromiso medioambiental y en la creación de un futuro más sostenible para las generaciones venideras.