El Departamento de Educación del Gobierno Vasco destaca la importancia de la colaboración entre administraciones, escuelas y familias para abordar el acoso escolar.

En Euskadi, tras haber conocido a través de los medios de comunicación la reciente resolución sobre el caso ocurrido en el colegio Hijas de la Caridad Nuestra Señora de Begoña, el Departamento de Educación del Gobierno Vasco ha realizado un recordatorio sobre el origen del protocolo implementado.

Este protocolo se activó a solicitud del servicio de Inspección de Educación del Gobierno Vasco, evidenciando la proactividad del mismo ante situaciones de acoso escolar.

El Departamento de Educación trabaja de manera constante en la mejora de las herramientas de detección de posibles casos de acoso.

A fin de asegurar una intervención rápida por parte de los centros educativos, se promueve la activación inmediata del protocolo de actuación diseñado para estos contextos.

En el caso específico que se suscitó en el colegio concertado mencionado, el Departamento señala que las acciones protocolares comenzaron en marzo, justo después de que la familia afectada hiciera su solicitud.

Desde la administración, se subraya la importancia del papel que desempeñan las diversas instituciones involucradas: las administraciones públicas, los centros educativos, las familias y los agentes sociales.

Todos ellos son fundamentales para crear un entorno seguro que prevenga y responda efectivamente ante cualquier tipo de violencia escolar.

Contar con una estrategia de convivencia escolar bien estructurada y tener un equipo BAT constituido en cada centro educativo son pasos esenciales para afrontar y mitigar la violencia.

El Gobierno Vasco renueva su compromiso con el bienestar de todos los estudiantes en Euskadi.

A pesar de que los casos de acoso escolar a edades tan tempranas son considerados excepcionales, es imprescindible tratarlos con la máxima diligencia y cuidado.

Esto se debe a la gran vulnerabilidad que presentan tanto las víctimas como los agresores, quienes son en su mayoría niños y niñas en formación.

Históricamente, Euskadi ha mostrado una gran preocupación por la educación y el bienestar de los menores, e iniciativas como esta se inscriben dentro de un marco más amplio que busca fomentar un clima escolar positivo y seguro.

Este tipo de medidas no solo son reactivas, sino que también buscan prevenir situaciones similares en el futuro, mostrando una visión integral de la educación que también considera el aspecto emocional y social de los alumnos.

Finalmente, es fundamental que tanto la comunidad educativa como las familias estén constantemente informadas y capacitadas para reconocer señales de alerta y actuar en consecuencia.

La creación de un ambiente escolar inclusivo y seguro, en donde se fomente el respeto mutuo y la empatía, es primordial para el desarrollo saludable de nuestros jóvenes.