El Departamento de Educación de Euskadi colabora con UNRWA para ofrecer formación profesional a la población refugiada en Oriente Próximo, con un enfoque en la modernización de los centros educativos.

Euskadi reafirma su compromiso con la educación y el bienestar de la población refugiada.

En una reciente reunión en el Departamento de Educación, la consejera Begoña Pedrosa se reunió con Natalie Boucly, Comisionada General Adjunta de UNRWA, la Agencia de las Naciones Unidas dedicada a los refugiados palestinos.

Este encuentro, que también contó con la presencia de Raquel Martí Lezana, Directora Ejecutiva de UNRWA España, y Bárbara Ruiz Balzola, Delegada de UNRWA en Euskadi, subraya la unión entre el Gobierno Vasco y la organización internacional.

UNRWA ha sido crucial en el ámbito educativo desde su establecimiento en 1949, cuando se creó para abordar las necesidades de una comunidad que actualmente cuenta con casi 6 millones de personas.

La agencia opera en regiones como Gaza, Cisjordania, Líbano, Siria y Jordania, desempeñando un papel significativo en el acceso a la educación.

Con una red de 706 escuelas, diariamente acoge a alrededor de 500.000 estudiantes y dispone de 8 centros de formación profesional que apoyan a cerca de 8.000 jóvenes en su desarrollo educativo y profesional.

El Gobierno Vasco ha implementado un programa de Formación Profesional en colaboración con UNRWA que se centra especialmente en dos centros educativos en Jordania.

Este programa no solo busca la modernización de los recursos tecnológicos de las instituciones educativas, sino que también se propone adaptar los currículos a las necesidades del mercado laboral actual.

La capacitación a equipos directivos, docentes y alumnado es otro aspecto clave de este proyecto.

La consejera Pedrosa recibió información detallada sobre otras iniciativas de UNRWA en el ámbito educativo, evidenciando la importancia de la formación continua en estas regiones donde la inestabilidad y los conflictos dificultan el acceso a una educación de calidad.

A través de programas innovadores, la agencia busca preparar a los jóvenes para enfrentar los desafíos del futuro, fomentando no solo la adquisición de conocimientos, sino también el desarrollo de habilidades prácticas que les permitirán integrarse en el mercado laboral.

Este compromiso del Gobierno Vasco con la educación de los refugiados es parte de una estrategia más amplia que busca fortalecer la colaboración internacional en la materia.

La historia de la educación en el Medio Oriente está marcada por conflictos, pero iniciativas como esta muestran que es posible promover el desarrollo y la formación en contextos adversos.

La inversión en educación es, sin duda, un paso fundamental hacia la construcción de un futuro más esperanzador para las comunidades desplazadas.

Este tipo de colaboración también resalta la importancia de la sociedad civil y la necesidad de que otros gobiernos y organismos internacionales se sumen a este esfuerzo por garantizar el derecho a la educación.

En un mundo en constante cambio, es esencial que se priorice la educación como un pilar fundamental para el desarrollo humano y social.