El Producto Interior Bruto de Euskadi crece un 2,1% en el primer trimestre de 2025, reforzando la confianza en la estabilidad institucional y la buena situación económica del País Vasco, con la creación de más de 15.000 empleos netos en el año.
En términos trimestrales, el crecimiento fue del 0,7 %, y el empleo, medido en puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, aumentó un 0,4 % respecto al último trimestre de 2024, lo que equivale a la creación de aproximadamente 14.838 nuevos empleos netos. Estas cifras consolidan la imagen de una #economía vasca robusta y en expansión, a pesar de los desafíos globales, como la incertidumbre en las relaciones comerciales internacionales y las tensiones geopolíticas que afectan la exportación y la economía mundial.
El consejero de Economía, Trabajo y Empleo de Euskadi, en una intervención en la Asamblea General de SEA Empresas Alavesas, afirmó que estos resultados fortalecen la confianza en las previsiones económicas del País Vasco.
Además, insistió en la importancia de mantener la estabilidad institucional y la buena salud económica de la región como pilares para impulsar las reformas necesarias para afrontar retos futuros.
Afirmó que la economía vasca cuenta con fundamentos sólidos, una fuerte capacidad inversora y una mano de obra altamente cualificada y productiva, elementos esenciales para mantener el crecimiento y la competitividad.
Desde hace varios trimestres, #Euskadi ha mantenido una estabilidad económica que se refleja en la inversión extranjera y en la creación de empleo.
A pesar de las dificultades que enfrentan muchas empresas, relacionadas con la incertidumbre arancelaria y la coyuntura internacional, no se han debilitado estos dos indicadores clave.
La inversión empresarial y la contratación continúan en aumento, lo que evidencia la confianza del sector privado en el potencial económico de la región.
El mercado laboral vasco muestra también signos alentadores. En 2024, el #empleo creció un 1,8 %, equivalentes a más de 17.000 empleos nuevos, un récord en la historia reciente de Euskadi. Para 2025, la previsión es de un crecimiento de aproximadamente el 1,5 %, lo que significa la creación de unos 15.000 empleos adicionales. Además, en mayo, el paro registró una tendencia a la baja por octavo mes consecutivo, y la Seguridad Social alcanzó un récord con más de 1.029.150 cotizantes. El Vicelehendakari Torres subrayó la importancia de generar empleo de calidad, destacando que el empleo no solo es un indicador de desarrollo y cohesión social, sino también una clave para atraer y retener talento en la región.
Para fortalecer este marco laboral, Torres hizo un llamamiento a potenciar un diálogo social fuerte y constructivo, involucrando tanto a sindicatos como a empresarios, con el objetivo de mejorar la negociación colectiva y las condiciones laborales.
En ese sentido, expresó su compromiso de completar con éxito los procesos de diálogo social en marcha, con especial atención a reducir los altos niveles de incapacidad temporal y prevenir accidentes laborales.
El vicepresidente resaltó la necesidad de responder de manera conjunta a las grandes transformaciones que ya están en marcha, creando un entorno favorable para el desarrollo empresarial y la innovación.
Subrayó que Euskadi debe apostar por una economía potente
Subrayó que Euskadi debe apostar por una economía potente, que mejore su competitividad y productividad mediante la inversión en investigación e innovación, la internacionalización y la cualificación de su fuerza laboral.
Todo ello, con la finalidad de garantizar un crecimiento sostenible y adaptado a las nuevas realidades socioeconómicas, asegurando un futuro próspero para la región a largo plazo.
Este momento de crecimiento y estabilidad, que sitúa a Euskadi en una posición favorable en el contexto internacional, se enmarca en una historia de desarrollo económico progresivo desde hace más de medio siglo.
La región ha sabido transformar su modelo productivo desde una economía basada en la industria pesada hacia uno más diversificado y tecnológico, apostando por la innovación y la formación continua.
La confianza en su institucionalidad y en sus capacidades internas ha permitido a Euskadi mantener niveles de empleo y crecimiento que sirven de ejemplo para otras comunidades en España.
