El Consejo de Gobierno del País Vasco ha tomado una decisión importante en la jornada de hoy, aprobando una nueva línea de ayudas que cuenta con un presupuesto de 3,19 millones de euros, equivalentes a aproximadamente 3,63 millones de dólares.

Esta cifra representa un compromiso notable con el fomento de la Economía Social en la región, un sector que ha ganado relevancia en los últimos años debido a su enfoque en la responsabilidad social y la sostenibilidad.

La propuesta presentada por el Vicelehendakari y Consejero de Economía, Trabajo y Empleo, Mikel Torres, tiene como objetivo principal fortalecer el ecosistema empresarial de Euskadi mediante el apoyo a la creación y consolidación de empresas de Economía Social.

Esta iniciativa busca no solo facilitar el nacimiento de nuevas empresas, sino también garantizar que aquellas que se han establecido recientemente puedan obtener los recursos y el respaldo necesario para crecer y prosperar en el competitivo entorno económico actual.

Las ayudas se distribuyen en tres áreas clave.

En primer lugar, se pretende impulsar el tejido público-privado que ya existe en la comunidad, fomentando colaboraciones que fortalezcan la creación de empresas sociales.

En segundo lugar, se pone un énfasis particular en la promoción de nuevas empresas de Economía Social.

Por último, se establecerán mecanismos para ofrecer soporte a aquellas empresas que han surgido en los últimos años, asegurando así su estabilidad y éxito en el mercado.

Este tipo de iniciativas no son nuevas en Euskadi.

La región ha sido un referente en la promoción de políticas de Economía Social.

Históricamente, Euskal Herria ha destacado por su fuerte cultura cooperativa y empresarial, con ejemplos emblemáticos como Mondragon, uno de los grupos cooperativos más grandes del mundo.

Esto ha permitido que el movimiento de Economía Social cuente con un sólido apoyo local y una reputación consolidada.

La implementación de esta orden de ayudas está alineada con las políticas del Gobierno Vasco, que busca un desarrollo económico inclusivo, sostenible y respetuoso con el medio ambiente.

A medida que el mundo enfrenta desafíos como el cambio climático y las crisis económicas, la Economía Social se presenta como una alternativa viable que no solo prioriza el beneficio económico, sino que también promueve el bienestar social.

A través de este nuevo impulso, se espera que más emprendedores se animen a explorar el modelo de negocio social, lo que no solo contribuirá a la diversificación de la economía vasca, sino que también brindará más oportunidades laborales y fomentará una mayor cohesión social en la región.

En conclusión, estas ayudas constituyen un paso significativo hacia el fortalecimiento de la Economía Social en Euskadi, ofreciendo un contexto favorable para las empresas que deseen alinearse con los principios de sostenibilidad y responsabilidad social, elementos cada vez más valorados tanto por consumidores como por inversores.