El Congreso de los Diputados aprueba la retirada del lobo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, lo que permitirá medidas de control en la población de lobos.

El Congreso de los Diputados de España ha decidido recientemente eliminar al lobo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE) en la parte norte del río Duero.
Esta nueva normativa entrará en vigor una vez sea publicada en el Boletín Oficial del Estado y permitirá al Ministerio para la Transición Ecológica modificar la categoría de protección del lobo en línea con la regulación vigente en la Unión Europea.
Amaia Barredo, Consejera de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca del Gobierno Vasco, ha expresado que la decisión se basa en el interés colectivo de los agricultores y ganaderos, quienes a menudo sufren ataques y pérdidas significativas de ganado, como ovejas y terneros, a manos de esta especie.
Barredo ha defendido que es posible proteger al lobo bajo regulaciones que favorezcan una convivencia más equilibrada entre la fauna silvestre y las actividades agrícolas.
La consejera dejó claro que, aunque la eliminación del lobo del listado de especies protegidas permite adoptar ciertas medidas de control, estas no pueden implementarse sin la debida justificación.
“No se puede llevar a cabo una caza, captura o espera de lobos sin un soporte justificativo que demuestre que los daños causados no pueden ser evitados mediante otras medidas preventivas”, aclaró Barredo.
Además, la consejera recordó que la medida aún no es definitiva hasta que el Ministerio la retire del catálogo de especies especiales de protección mediante un acto administrativo.
Una vez que se complete este proceso, se podrán activar mecanismos de control para regular la población de lobos, que en ocasiones puede resultar problemática para los ganaderos.
Este cambio en la normativa es significativo, sobre todo en el contexto histórico del lobo en España. Durante el siglo XX, el lobo fue objeto de campañas de exterminio debido a su impacto en la ganadería, lo que llevó a una dramática reducción en su población.
Sin embargo, en las últimas décadas, el lobo ha recuperado parte de su territorio y ha vuelto a ser un tema de debate en la política de conservación, especialmente en regiones como Euskadi donde la convivencia entre humanos y lobos se ha vuelto un desafío.
La normativa reciente refleja un intento del legislador de encontrar un balance entre la conservación del lobo y la protección de los intereses económicos de los productores rurales.
Barredo enfatizó que cualquier medida de control deberá estar respaldada por un informe que evidencie la necesidad de tales acciones, añadiendo que es crucial tener un enfoque equilibrado que no solo se centre en la reducción de la población de lobos, sino que también fomente prácticas de manejo sostenible en el sector agrícola.
La comunidad seguirá observando cómo se implementa esta normativa y cuál será su efecto a largo plazo en la relación entre la fauna silvestre y la ganadería.