Euskadi destina fondos a ONGD para abordar retos globales mediante colaboraciones con países del Sur.
En el País Vasco, se están llevando a cabo esfuerzos significativos para impulsar la cooperación internacional en el contexto de un mundo interconectado, donde los retos que antes se pensaban exclusivos de los países del Sur ahora son considerados problemas globales.
La Agencia Vasca de Cooperación y Solidaridad, conocida como eLankidetza, ha asignado aproximadamente 150,000 euros (cerca de 125,000 euros) a cinco organizaciones no gubernamentales (ONGD) para la identificación de proyectos de cooperación al desarrollo en diversas naciones como Colombia, Bolivia, Guatemala, Senegal o Mali.
Estos programas están diseñados para crear sinergias entre instituciones y actores tanto del Norte como del Sur Global, enfatizando la necesidad de abordar las problemáticas que afectan a estas comunidades.
En un entorno globalizado, donde los desafíos como la crisis climática, el aumento de desplazados forzados debido a conflictos y la polarización social son más evidentes, la colaboración se convierte en una herramienta esencial.
Con esta iniciativa, se busca fortalecer vínculos y compartir recursos y estrategias entre estas regiones.
Las subvenciones permitirán a las ONGD involucrarse en acciones que no solo impactarán en los países destinatarios, sino que también incluirán actividades en Euskadi.
Por ejemplo, la organización Oxfam Intermon trabajará en la defensa de los derechos laborales de trabajadoras del hogar en Bolivia, así como en iniciativas de sensibilización en Euskadi.
Por otro lado, Mugarik Gabe se enfocará en la protección de los derechos humanos en el contexto de la transición ecológica en Guatemala y su relación con la situación en Euskadi.
Adicionalmente, Calala Fondo de Mujeres apoyará la lucha de los movimientos feministas en Centroamérica y Euskadi, mientras que Bizilur buscará fomentar alianzas entre sectores sociales de Europa y América Latina para abogar por los derechos de los campesinos.
Mundubat, por su parte, se centrará en fortalecer el papel de las mujeres en la paz en países como Mali y Senegal.
El 12 de enero fue publicado un nuevo decreto que introduce un mecanismo de apoyo que facilita la cooperación en dos fases: identificación y ejecución.
La fase de identificación tendrá el objetivo de elegir los proyectos que luego se ejecutarán, y para acceder a fondos en la fase de ejecución, es imprescindible haber sido subvencionado en la primera etapa.
Este procedimiento es parte de un esfuerzo más amplio para redefinir el enfoque de las ayudas, que ahora aboga por una estrategia más local-global, alineando recursos con necesidades específicas de las comunidades involucradas.
Este nuevo instrumento de cooperación resulta fundamental ya que sustituye a un decreto anterior en vigor desde 2007. La nueva regulación no solo establece un marco más claro para la concesión de ayudas, sino que también responde a la realidad cambiante que enfrentan tanto Euskadi como las naciones del Sur en nuestro mundo interconectado.
Este trabajo busca, por tanto, no solo aliviar situaciones de vulnerabilidad, sino también construir bases sólidas para un desarrollo equitativo y sostenible, resaltando la importancia de la acción conjunta entre diferentes protagonistas en el ámbito internacional.