La Agenda 2030 ha despertado cierto escepticismo debido a su planteamiento y los indicadores que presenta para cada Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS), que parecen inalcanzables a primera vista.

Sin embargo, esta agenda no se limita a un nivel global, sino que trabaja para abordar las realidades locales.

Por tanto, es fundamental crear espacios donde escuchar las necesidades, intereses y desafíos de los jóvenes en relación a la Agenda 2030.A través de la participación activa y el acompañamiento, se pueden elaborar estrategias y herramientas factibles para alcanzar los objetivos establecidos.

Pero, ¿qué relación tiene la juventud con la Agenda 2030? La respuesta es clara: atañe a toda la ciudadanía, incluida la juventud.Cada persona tiene la responsabilidad de contribuir a este cambio de modelo relacional, de convivencia, de cuidado y de consumo.

Es importante dejar atrás la idea de que los jóvenes son el futuro y reconocer que son el presente.

Al tener acceso a los recursos que la Agenda 2030 ofrece, los jóvenes pueden convertirse en agentes de cambio en su comunidad y entorno.Para lograrlo, es crucial implementar el ODS 17: Alianzas para lograr los objetivos.

Las organizaciones e instituciones deben estar dispuestas a establecer conexiones sólidas con la juventud y trabajar juntos para alcanzar los propósitos de la Agenda 2030.¿Es posible contribuir a la Agenda 2030 desde nuestros propios proyectos? La respuesta es sí. Los jóvenes deben ser protagonistas activos de la sociedad y, por lo tanto, deben estar en el centro de las iniciativas.

Es fundamental incidir en el ODS 17 para establecer alianzas y acceder a los recursos necesarios para llevar a cabo proyectos que impacten positivamente en las comunidades y en el entorno.En el curso, se buscará identificar las necesidades e intereses de los jóvenes en relación a la Agenda 2030, con el objetivo de desarrollar proyectos locales que materialicen sus ideas y contribuyan al logro de los objetivos planteados.