Amanda Thompson, una enfermera y emprendedora cherokee, busca solucionar la crisis de vivienda con pequeñas casas modulares y un enfoque comunitario.

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En un contexto donde la crisis de la vivienda se ha convertido en un tema acuciante, Amanda Thompson, una mujer de 41 años, busca abordar este problema desde una perspectiva única y con raíces en su herencia cherokee.

Amanda, tras una carrera como enfermera, decidió dar un giro a su vida profesional y se embarcó en una misión: "Quiero solucionar la crisis de la vivienda".

Su enfoque se centra en la producción de casas modulares pequeñas, que son una respuesta directa a las necesidades habitacionales de su comunidad en Tulsa, Oklahoma.

Esta iniciativa surge en un momento en que la escasez de vivienda es alarmante, con estudios recientes que muestran que se requieren cerca de 9,000 nuevas unidades en la Nación Cherokee.

La ciudad de Tulsa, que colinda con la Nación, también enfrenta una demanda creciente de miles de viviendas adicionales.

Inspirada por la primera mujer jefa de la Nación Cherokee, Wilma Mankiller, quien en 1992 instó a la comunidad a no esperar a que otros resolvieran sus problemas, Amanda ha decidido tomar acción.

Mankiller, cuyo apellido significa "guardiana del pueblo" en cherokee, dedicó su vida a servir a su comunidad y dejó un legado de empoderamiento que Amanda sigue hoy en día.

"No creo que un gran profeta venga a salvar este país o a resolver todos estos problemas en un vacío. Todos tenemos que participar", decía Mankiller.

Amanda, junto a su esposo Jake y un socio, empezó a explorar maneras creativas para hacer frente a la escasez de vivienda. A través de la colaboración con empresas que normalmente construyen cobertizos, encontraron una manera de construir casas que cumplan con los códigos de vivienda, lo que les permitió producir casas de manera eficiente y a una escala mayor.

"No entramos en esto pensando en pequeño. Queremos abordar todo el problema habitacional en América", comentó Amanda.

Con el apoyo de iniciativas como la aceleradora Cherokee Women’s AcceleratHER Fellowship, Amanda ha podido escalar su negocio, Prime Craftsman Homes.

Este programa proporciona mentoría y acceso a capital para emprendedoras cherokees, algo que Amanda considera fundamental para su éxito. Desde su inicio, la empresa ha construido 47 casas, y recientemente ha recibido pedidos para construir más unidades en comunidades para personas sin hogar.

Amanda no solo se enfoca en la construcción de viviendas, sino también en el desarrollo humano. Está trabajando con un programa de la Nación Cherokee que ayuda a exconvictos a reintegrarse en la sociedad, ofreciendo oportunidades laborales en su empresa.

Gary Merritt, un exhomeless que ahora trabaja con Amanda, describe su experiencia: "Las pequeñas casas son perfectas para personas como yo. He pasado por mucho y tener un hogar es un gran cambio".

La cultura cherokee honra el concepto de "Gadugi", que significa trabajar colectivamente por un bien común. Amanda encarna este principio al integrar a su comunidad en el proceso de construcción y al abordar la crisis de vivienda con empatía y amor. En sus propias palabras, "No solo queremos construir edificios, queremos construir seres humanos también".

Además, Amanda ha enfrentado el desafío de ser una mujer en un campo tradicionalmente masculino. A pesar de las dificultades, su enfoque no se trata de género, sino de solucionar un problema crítico que afecta a muchos. "No me importa si es un lugar raro para una mujer. Esto no se trata de hombres o mujeres, se trata de enfrentar un problema enorme".

La historia de Amanda Thompson es un testimonio de cómo la tradición y la innovación pueden unirse para abordar los problemas contemporáneos. Su trabajo no solo está cambiando vidas, sino también inspirando a otros a unirse a su causa para crear un futuro más esperanzador para todos.