El aumento de temperaturas en Europa podría afectar el rendimiento y la fiabilidad de los vehículos eléctricos, generando preocupaciones entre los propietarios y fabricantes. Expertos presuntamente advierten sobre posibles riesgos y las medidas para evitarlos en una temporada que promete ser la más calurosa en décadas.

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Este fenómeno climático, presuntamente provocado por el cambio climático, ha generado preocupación en diversos sectores, especialmente entre los propietarios y fabricantes de vehículos eléctricos (VE).

Los VE, que han ganado popularidad en las principales ciudades europeas como Berlín, París y Madrid, utilizan #baterías de iones de litio para suministrar energía a sus motores.

Sin embargo, estos componentes son extremadamente sensibles a las altas temperaturas. Supuestamente, las temperaturas extremas pueden reducir la autonomía de los vehículos, acelerar el deterioro de las baterías y aumentar los tiempos de carga.

Además, en casos extremos, podrían llegar a sobrecalentarse, lo que incrementa el riesgo de incendios o fallos en el sistema.

La historia de los vehículos eléctricos muestra que, desde sus inicios en la década de 1990, estos han enfrentado diversos desafíos tecnológicos, siendo la gestión térmica uno de los más críticos.

La mayoría de los modelos modernos incorporan sistemas de enfriamiento líquido o de aire para mantener las baterías en temperaturas seguras. No obstante, si estos sistemas fallan o no son efectivos en condiciones de calor extremo, los efectos pueden ser graves. Según supuestamente expertos del sector, algunos modelos han evidenciado una pérdida significativa en su rendimiento cuando las temperaturas superan los 35 grados Celsius.

Las ventas de vehículos eléctricos en #Europa han aumentado un 20% en comparación con el año anterior

De acuerdo con datos presuntamente recopilados, en 2024, las ventas de vehículos eléctricos en Europa han aumentado un 20% en comparación con el año anterior, alcanzando cifras que superan las 2 millones de unidades.

Países como Noruega y los Países Bajos lideran la adopción de esta tecnología, pero también enfrentan los mismos desafíos térmicos. Los fabricantes, presuntamente conscientes de estos riesgos, están desarrollando nuevas tecnologías de gestión térmica y materiales más resistentes para las baterías.

Para los propietarios de VE, existen varias recomendaciones para minimizar los efectos del calor extremo. Entre ellas, estacionar en lugares sombreados o en garajes cerrados, evitar cargar las baterías a plena capacidad durante las horas más calurosas del día, y reducir el uso del aire acondicionado del vehículo en exceso, ya que este puede contribuir a elevar la temperatura de las baterías.

Además, algunos expertos sugieren realizar cargas en intervalos cortos en lugar de una sola carga prolongada, para reducir el estrés térmico en las baterías.

Supuestamente, en países como Alemania y Francia, las autoridades están considerando implementar campañas de sensibilización sobre el cuidado de los VE en verano.

La tendencia indica que, a medida que la electrificación del transporte continúa en aumento, será fundamental que los fabricantes y usuarios estén preparados para afrontar las temperaturas extremas sin comprometer la seguridad y la eficiencia de estos vehículos.

En conclusión, aunque los vehículos eléctricos representan una solución ecológica y eficiente para reducir las emisiones, el calor extremo puede ser un obstáculo si no se toman las precauciones adecuadas.