A pesar del incremento en infraestructura de carga para vehículos eléctricos en EE. UU. y Europa, muchos consumidores aún no están convencidos de dar el paso hacia la movilidad eléctrica, debido a preocupaciones sobre la disponibilidad y el coste.

Sin embargo, a pesar de estos avances, más de la mitad de los estadounidenses expresan que aún no están listos para adquirir un coche eléctrico. Las principales inquietudes que manifiestan son la insuficiencia de estaciones de carga públicas y los precios de compra todavía elevados en comparación con los vehículos de combustión tradicional.

Estos datos provienen del informe HERE–SBD EV Index 2025, una investigación conjunta de HERE Technologies, especialista en datos de localización y mapas digitales, y SBD Automotive, firma de análisis en el sector automotriz.

En su tercera edición, el estudio evalúa el estado de la #infraestructura de carga en #EE. UU. y Europa, permitiendo entender mejor las barreras que enfrentan los consumidores y qué avances se han logrado en estos continentes.

Supuestamente, el informe revela que aunque en #Europa se han añadido aproximadamente 245,000 puntos de carga públicos en el último año, el crecimiento en EE.

UU. también ha sido significativo, con un aumento del 19% en estaciones de carga, alcanzando cerca de 37,000 nuevos puntos. A pesar de ello, el número total de puntos en EE. UU. todavía es menor en comparación con Europa, pero la rapidez con la que se están instalando los cargadores rápidos ha ayudado a mejorar la percepción de accesibilidad.

Por ejemplo, en estados como Alabama, que en 2023 ocupaba la posición 31 en el índice, en 2024 escaló hasta el puesto 13, gracias a una inversión importante en cargadores de alta potencia.

Otros estados como Iowa y Nuevo México también experimentaron aumentos notables, añadiendo más de 300 cargadores públicos cada uno.

En cuanto a la percepción de los consumidores, la encuesta realizada a 2,000 conductores, divididos equitativamente entre EE. UU. y Europa, muestra diferencias importantes en la actitud hacia los VE. La infraestructura parece ser un factor decisivo en estas diferencias: los europeos, en general, consideran que la red de carga es suficiente y confiable, mientras que en EE.

UU. todavía persisten dudas.

En Europa

En Europa, los países nórdicos continúan liderando en adopción de vehículos eléctricos. Noruega, en particular, ha superado a Dinamarca en 2024 para convertirse en el país con mayor porcentaje de vehículos eléctricos, alcanzando un 22,4% del parque automotor con cerca de 858,000 coches eléctricos en circulación, según datos presuntamente de supuestos registros oficiales.

Países como Luxemburgo, Dinamarca, Países Bajos y Bélgica también figuran en la parte superior del ranking.

Supuestamente, Latvia y Lituania han avanzado en la mejora de la potencia de sus cargadores, lo que ha contribuido a su mejor posición en el índice.

Por otro lado, países como Eslovenia, Bulgaria y Suiza han visto una ligera caída en su ranking, presuntamente debido a una disminución en la potencia promedio de sus estaciones de carga.

En Estados Unidos, la región noreste continúa siendo la más preparada para la llegada masiva de vehículos eléctricos. Estados como Delaware, Washington D.C., New Jersey, Nueva York y Massachusetts ocupan las primeras posiciones en el índice, en base a métricas como la cantidad de cargadores por kilómetro de carretera, la velocidad de carga promedio, la proporción de EV respecto a vehículos de gasolina y la disponibilidad de cargadores en relación con la cantidad de vehículos eléctricos registrados.

De acuerdo con datos presuntamente recopilados, Delaware ocupa nuevamente la primera posición, sumando un 23 de puntuación en la mayoría de los criterios, aunque su ratio de cargadores por EV se encuentra en la media.

Kentucky, por ejemplo, experimentó una de las mayores mejoras en el ranking, pasando del puesto 45 al 28, gracias a una inversión sustancial en cargadores de alta potencia.

Supuestamente, la brecha entre Europa y EE. UU. en términos de infraestructura y percepción del usuario podría reducirse en los próximos años, si se mantienen las inversiones. Sin embargo, la realidad es que todavía persisten desafíos importantes, como los costes de adquisición de vehículos eléctricos, que en dólares equivaldrían a entre 40,000 y 55,000 euros, dependiendo del modelo y la marca, y que constituyen un freno para muchos potenciales compradores.

En resumen, aunque los avances en infraestructura son evidentes y los gobiernos de ambos continentes están promoviendo incentivos, la adopción masiva de vehículos eléctricos aún enfrenta obstáculos relacionados con la percepción de accesibilidad y coste.

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