Los aranceles impuestos por Trump podrían afectar gravemente a la industria automotriz y a los consumidores en EE.UU.
En un reciente anuncio, el presidente Donald Trump ha declarado que los aranceles a los automóviles importados comenzarán en un 25% y podrían incrementarse con el tiempo.
Este movimiento ha generado preocupación entre los fabricantes y consumidores por su impacto en la economía.
En Ciudad Juárez, México, la fábrica de Armando Cadena produce luces de freno que forman parte de un sistema global interconectado. Aunque Donald Trump critica la globalización, esta fábrica representa un esfuerzo por mantener la competitividad de las fábricas estadounidenses y los precios bajos para los consumidores.
Sin embargo, el futuro de esta planta podría verse amenazado con la inminente implementación de aranceles del 25% sobre las importaciones mexicanas, a menos que se logre un acuerdo de última hora.
"Esto tendrá un impacto enorme", comentó Cadena. "Al final del día, somos los consumidores quienes pagaremos el arancel". Un arancel es un impuesto sobre bienes importados, cuyo costo generalmente se transfiere a los consumidores. Trump ha prometido imponer aranceles a aquellos países que, según él, no están jugando limpio con Estados Unidos.
Cadena destacó que su planta, situada cerca de la frontera con EE.UU., no puede desconectarse fácilmente de la cadena de suministro global. La instalación es alquilada a Tecma Group, con sede en El Paso, Texas, mientras que la línea de producción es propiedad de Lacroix, una empresa francesa.
En ella, los trabajadores mexicanos ensamblan componentes de origen estadounidense y chino para fabricar productos que serán enviados a marcas como General Motors, Ford y Toyota.
La historia de los aranceles de Trump no es nueva. En 2019, el expresidente había amenazado con imponer un arancel del 5% que podría aumentar al 25% si México no tomaba medidas para frenar la migración ilegal.
Aunque en ese momento no se implementaron los aranceles tras un acuerdo, la incertidumbre provocó que muchos gerentes de fábricas retuvieran millones de dólares en productos destinados a EE.UU.
Los efectos de los aranceles se sintieron rápidamente. Cadena recordó que existieron plantas de ensamblaje que tuvieron que pausar su producción, ya que México es un país clave en la cadena de suministro estadounidense.
Trump se prepara para posibles acusaciones criminales en Washington y Georgia
Se refuerza la seguridad en Washington y Georgia mientras Donald Trump se prepara para enfrentar posibles acusaciones criminales en los próximos días, relacionadas con su intento de impedir que Joe Biden se convirtiera en presidente.En un contexto donde un sistema de producción integrado es vital para la competitividad de las empresas automotrices, cualquier alteración podría resultar perjudicial.
El impacto de estos aranceles no se limita a las fábricas en México. Según un estudio de The Perryman Group, la imposición de aranceles sostenidos podría resultar en la pérdida de 1,1 millones de empleos en EE.UU., considerando los efectos multiplicadores. Además, podría aumentar la inflación, especialmente en productos como alimentos, electrónica y vehículos importados de México.
La economía de la región Paso del Norte, que abarca partes de Texas, Nuevo México y México, ha experimentado una transformación significativa en los últimos 25 años, entrelazando las economías de EE.UU., Canadá y México. Con unas 300 fábricas en Ciudad Juárez, muchos productos cruzan la frontera múltiples veces, añadiendo valor en cada lado. Sin embargo, un arancel del 25% podría encarecer productos que ya tienen componentes estadounidenses, lo que podría resultar en un aumento de precios para los consumidores.
La situación actual plantea un dilema: ¿quién saldrá más perjudicado? Jerry Pacheco, presidente de la Asociación Internacional de Frontera en Nuevo México, advierte que podría no ser un asunto tan simple.
"Si hacemos esto con aranceles, ¿a quién vamos a perjudicar más?", cuestionó Pacheco. Los aranceles, que se utilizan de manera selectiva, podrían ser beneficiosos, pero su uso para castigar a aliados y amigos es un enfoque arriesgado.
A medida que se acerca la fecha de implementación de estos aranceles, muchos esperan que la administración de Trump reconsidere esta decisión, dado que las repercusiones podrían ser significativas tanto para la economía estadounidense como para los consumidores.
Con el plazo para una posible solución acercándose, el futuro de las relaciones comerciales entre EE.UU. y México permanece en la balanza.
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