Un vistazo a cómo los padres están manejando la presión de trabajar desde casa mientras cuidan a sus hijos en medio de crecientes costos de cuidado infantil.
La vida de los padres que trabajan desde casa se ha vuelto cada vez más complicada en los últimos años. Con la pandemia de COVID-19, muchos se vieron obligados a adaptarse a un entorno laboral en casa, y aunque esta modalidad trajo ventajas, también presentó desafíos significativos.
Hoy, miles de padres se enfrentan a la dura realidad de equilibrar sus responsabilidades laborales con el cuidado de sus pequeños, especialmente en un contexto donde los costos de cuidado infantil se han disparado.
Por ejemplo, Alisha Horton, una madre que vive cerca de Nashville, Tennessee, ha encontrado que sus mejores momentos de trabajo son a las 5:30 de la mañana, cuando sus hijos aún están dormidos.
Sin embargo, a medida que sus pequeños, Octavia de 11 meses y Matthew de 3 años, se despiertan, la situación se complica. "Intento concentrarme en una reunión, y él me interrumpe constantemente", comenta Horton. Esto es un reflejo de la realidad que viven muchos padres en Estados Unidos, donde las opciones de cuidado infantil son limitadas y costosas.
Según un informe de 2023 de la organización sin fines de lucro Child Care Aware of America, los precios del cuidado infantil han aumentado a un ritmo casi el doble de la inflación, convirtiéndose en un gasto que supera incluso el alquiler en todos los estados del país.
Esta situación ha llevado a muchos padres a optar por cuidar a sus hijos en casa mientras realizan sus trabajos a distancia. En una serie de encuestas realizadas por la Oficina del Censo de EE.UU. en 2024, se reveló que 1 de cada 10 adultos con hijos no tenía acceso a cuidado infantil debido a que las opciones eran "cerradas, inaccesibles, inasequibles o inseguras".
De esos padres, casi un tercio indicó que supervisaba a sus hijos mientras trabajaban.
A pesar de las dificultades, algunos padres han logrado convertirse en expertos en la multitarea. "El trabajo y la crianza me han hecho más hábil en la gestión del tiempo", dice uno de ellos. Sin embargo, otros expertos advierten sobre el impacto negativo que esta dinámica puede tener en el desarrollo infantil. Chad Dunkley, CEO de New Horizon Academy, enfatiza que "los niños pequeños no están diseñados para estar al lado de un adulto durante una llamada de Zoom".
La distracción constante, que a menudo incluye el uso de dispositivos electrónicos para mantener a los niños ocupados, puede ser perjudicial.
Mientras tanto, Susan Wood, una madre soltera en York, Pennsylvania, comparte que aunque su salario era de solo 18 euros la hora, el deseo de estar cerca de su hija recién nacida fue más fuerte que cualquier oferta de trabajo mejor remunerada.
"Quería que estuviera conmigo", dice Wood.
Sin embargo, esta lucha por encontrar un equilibrio entre trabajo y familia no es igual para todos. Los trabajadores de bajos salarios, como los empleados en el sector servicios, no tienen la opción de trabajar desde casa y a menudo enfrentan dificultades adicionales para encontrar cuidado infantil.
Esto plantea preguntas sobre la equidad en el lugar de trabajo y la necesidad de políticas que respeten la vida familiar.
Por otro lado, la pandemia también ha permitido que más mujeres ingresen al mercado laboral. Sin embargo, a pesar de estos avances, las mujeres en EE.UU. aún están rezagadas en comparación con otros países en términos de participación laboral. Esto plantea la pregunta: ¿por qué se espera que los padres dejen de lado a sus hijos en pro de sus trabajos?
La necesidad de un cambio en la cultura laboral es urgente.
Michael Perry, un exejecutivo que desarrolló una aplicación llamada Maple para ayudar a los padres a gestionar sus responsabilidades, afirma que "no deberíamos pedir a los padres que desprioricen a sus hijos".
La idea es que el trabajo y la vida familiar pueden coexistir de manera más armónica, sin que los padres sientan culpa por atender las necesidades de sus hijos durante su jornada laboral.
Perry subraya que trabajar desde casa no significa trabajar menos, sino que se redistribuyen las horas laborales fuera del horario tradicional de 9 a 5.
En este nuevo mundo laboral, es fundamental que las empresas y los gobiernos apoyen a los padres en su esfuerzo por equilibrar el trabajo y la crianza de sus hijos.