La cadena de café anuncia la eliminación de varias bebidas y recortes de personal en su búsqueda por mejorar la experiencia del cliente.

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Starbucks, la icónica cadena de café, está realizando cambios significativos en su menú y estructura corporativa. A partir del 4 de marzo, la empresa retirará del menú una serie de bebidas que no han logrado captar el interés de los clientes. Esta decisión, según el nuevo CEO Brian Niccol, es parte de un esfuerzo por optimizar la experiencia del cliente y aumentar las ventas.

Niccol ha declarado que es fundamental volver a los orígenes de Starbucks, enfocándose en los productos más populares y simplificando la oferta para mejorar la calidad y la consistencia.

Este movimiento incluye una reducción del 30% en las opciones de bebidas y alimentos disponibles para el final del año fiscal.

Entre las bebidas que serán eliminadas se encuentran el Espresso Frappuccino, el Caffe Vanilla Frappuccino, y el Royal Breakfast Latte, entre otros.

Starbucks ha indicado que estos productos fueron seleccionados porque no se compraban con frecuencia, eran complicados de preparar o eran demasiado similares a otras opciones en el menú.

"Estamos simplificando nuestro menú para centrarnos en menos, pero mejores opciones, ejecutadas con excelencia. Esto permitirá la innovación, reducirá los tiempos de espera y alineará nuestra identidad como una compañía de café", comentó Starbucks en un comunicado.

A pesar de estas eliminaciones, la marca también ha anunciado el regreso de bebidas muy queridas por sus clientes, como las de lavanda, y la introducción de nuevos productos como el Iced Cherry Chai y el Jalapeño Chicken Pocket, que llegarán en primavera.

Además de los cambios en el menú, Starbucks también ha comunicado que despedirá a 1,100 empleados corporativos. Esta decisión sigue a una revisión de la estructura y el tamaño de sus divisiones corporativas globales. Los empleados afectados recibirán paquetes de indemnización que incluirán salarios, atención médica y servicios de transición laboral.

Niccol ha expresado su comprensión sobre el impacto que estas decisiones pueden tener en la vida de los empleados y sus familias, pero enfatizó que estos cambios son necesarios para asegurar el éxito futuro de Starbucks.

Es interesante recordar que Starbucks fue fundada en 1971 en Seattle y ha crecido hasta convertirse en un gigante global de café con miles de ubicaciones en todo el mundo.

Sin embargo, la compañía ha enfrentado desafíos recientes, incluyendo una disminución en las ventas y críticas sobre su servicio al cliente. Con estas nuevas medidas, Starbucks espera revitalizar su imagen y mejorar la satisfacción del cliente.

En conclusión, mientras que algunas bebidas clásicas se despiden, Starbucks se está preparando para una nueva era con un menú más centrado y un enfoque renovado en su identidad como líder en el sector del café.