El fondo fiduciario principal que financia las prestaciones de la Seguridad Social en Estados Unidos podría agotarse en menos de una década, específicamente para el año 2033, a menos que los legisladores implementen cambios en el sistema. Además, las prestaciones para cónyuges suponen un apoyo fundamental para millones de matrimonios, especialmente aquellos con una fuente principal de ingresos. Con millones de beneficiarios en 2025, es crucial entender quién califica y cuánto pueden recibir en estos beneficios complementarios.

Esta situación genera preocupación entre los expertos y los responsables políticos, quienes advierten que, sin cambios en las políticas, el sistema podría enfrentar recortes significativos en las prestaciones que recibe la población.
La historia de la #Seguridad Social en EE.UU. se remonta a 1935, cuando fue creada como una medida para ofrecer una red de protección a los trabajadores jubilados y a sus familias. Desde entonces, ha sido un pilar fundamental del bienestar social estadounidense, financiada a través de contribuciones tanto de empleados como de empleadores.
El fondo fiduciario principal, conocido como el Fondo de Seguro de Vejez y Sobrevivientes (OASI), ha acumulado reservas que actualmente se estiman en aproximadamente 2,4 billones de dólares (unos 2,2 billones de euros).
Sin embargo, las proyecciones sugieren que, en 2033, estos fondos podrían agotarse si no se realizan ajustes en el sistema de financiamiento o en los beneficios.
La causa principal de esta situación es el envejecimiento progresivo de la población, la baja tasa de natalidad y una menor proporción de contribuyentes activos en comparación con los beneficiarios.
Supuestamente, en 2025, hay cerca de 2 millones de estadounidenses que reciben beneficios de cónyuge, una cantidad que refleja la importancia de estos apoyos para muchas familias.
Los beneficios por cónyuge son una parte crucial del sistema de seguridad social, ya que permiten a un cónyuge que no trabajó o tiene una menor aportación recibir hasta la mitad del beneficio del cónyuge principal.
Para calificar, se deben cumplir ciertos requisitos: estar casados por más de 10 años, que el cónyuge principal esté cobrando su beneficio, tener al menos 62 años o cuidar de un hijo menor, y que el beneficio propio sea menor que la prestación por cónyuge.
El monto que se recibe en estos beneficios varía, pero en promedio, los beneficiarios reciben alrededor de 860 euros mensuales en 2025. El máximo que se puede obtener, en circunstancias ideales, es aproximadamente 1.720 euros, que equivale a la mitad del beneficio máximo de jubilación, estimado en unos 3.440 euros mensuales. Es importante destacar que si el beneficiario decide reclamar antes de la edad de jubilación plena, que en EE.UU. es 67 años, el monto se reducirá de forma permanente. Por ejemplo, si alguien empieza a recibir el beneficio a los 62 años, enfrentará una reducción del 35% en su pago mensual.
Supuestamente, muchos expertos advierten que, en un escenario sin cambios, el sistema podría verse obligado a implementar recortes en las prestaciones, afectando a millones de beneficiarios.
Además, la falta de reformas podría poner en riesgo la seguridad financiera de las futuras generaciones, que dependerán cada vez más de estos fondos para su jubilación.
Entender cómo funciona la Seguridad Social y cuáles son sus beneficios es fundamental para planificar un retiro digno
Para los trabajadores y sus familias, entender cómo funciona la Seguridad Social y cuáles son sus beneficios es fundamental para planificar un retiro digno.
La historia y las proyecciones muestran que, aunque el sistema ha sido una red de protección durante décadas, necesita ajustes estructurales para garantizar su continuidad.
En este contexto, es recomendable que las parejas revisen sus cuentas en la página oficial www.ssa.gov, para conocer con precisión cuánto podrían recibir en beneficios por cónyuge y otros apoyos complementarios.