La Comisión de Seguridad de Productos de Consumo de EE.UU. ha anunciado el retiro de aproximadamente 5 millones de piscinas inflables tras el fallecimiento de nueve niños menores de tres años. La medida afecta a varias marcas y modelos vendidos en tiendas como Walmart, Amazon y Costco, y busca prevenir futuras tragedias similares.

Estas piscinas, que se vendieron en diversos minoristas como Walmart, Amazon, Target y Costco bajo marcas como Bestway, Coleman, Intex y Polygroup, presentan un defecto de diseño que permite a los pequeños acceder a ellas sin supervisión y sin obstáculos adecuados.
Supuestamente, estas piscinas estaban equipadas con correas de compresión en el exterior que, en ciertos casos, fueron manipuladas o rompidas por los niños, facilitando su ingreso y provocando fatalidades.
La CPSC indicó en un comunicado que estos incidentes ocurrieron entre los años 2007 y 2022, y que la mayoría de las muertes sucedieron en piscinas de tamaño considerable, que en algunos casos estaban en patios residenciales.
Este retiro se produce en un contexto histórico, ya que en 2024 se ha incrementado la preocupación por la #seguridad infantil en actividades recreativas acuáticas.
La historia de estos productos recuerda a tragedias pasadas, como las ocurridas en los años 80 y 90, donde fallos en la supervisión y en el diseño de piscinas inflables generaron múltiples accidentes fatales.
Supuestamente, las empresas afectadas han declarado que han estado trabajando en la revisión y actualización de los estándares de seguridad por varios años, y que en mayo de 2025 se finalizó una normativa que busca mejorar la protección de los usuarios.
Sin embargo, la realidad es que, a pesar de las medidas adoptadas, la existencia de fallos visibles en el diseño ha permitido que estos accidentes sigan ocurriendo.
La CPSC recomienda a los propietarios de estas piscinas revisar si su producto está incluido en la lista de retirados y, en caso afirmativo, proceder a su retirada inmediata y destrucción.
Además, se aconseja no dejar nunca a los niños sin supervisión en áreas acuáticas y tener en cuenta que, supuestamente, en muchas de estas tragedias, la falta de adultos atentos fue un factor crítico.
El impacto de esta medida es considerable, dado que muchas familias han comprado estas piscinas como una forma económica de entretener a los niños durante el verano.
Y si las empresas deben asumir mayores responsabilidades en la prevención de accidentes
La retirada masiva también genera un debate sobre la regulación y la vigilancia de productos infantiles en el mercado, y si las empresas deben asumir mayores responsabilidades en la prevención de accidentes.
En términos económicos, el costo de la retirada y los posibles reclamos de compensación puede ascender a varios millones de euros, considerando el valor de los productos afectados y las posibles multas por incumplimiento de las normas de seguridad.
La historia de estos incidentes recuerda la importancia de una regulación estricta y constante vigilancia para proteger a los más vulnerables, especialmente a los niños.
La comunidad internacional observa con atención cómo las autoridades estadounidenses enfrentan esta problemática, en un esfuerzo por reducir las tragedias relacionadas con productos de uso cotidiano.