Supuestamente, más de 100,000 vehículos SUV Jeep de diferentes modelos han sido retirados del mercado debido a un posible riesgo de lesiones para conductores y pasajeros. La medida afecta principalmente a modelos de 2023 y 2024 y se realiza en respuesta a una posible falla en el mecanismo de bloqueo de los reposacabezas traseros.

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La compañía madre, Stellantis, informó a las autoridades europeas sobre esta medida el pasado 17 de julio, en respuesta a una investigación que supuestamente comenzó tras reportes de posibles incidentes y fallos en estos componentes.

Este retiro afecta principalmente a los modelos #Jeep Grand Cherokee y Jeep Grand Cherokee L, producidos en 2023 y 2024. Se estima que en total son 121,398 unidades las que están involucradas en esta acción preventiva. En concreto, 78,157 unidades del Jeep Grand Cherokee fabricadas desde el 16 de mayo de 2023 hasta el 2 de mayo de 2024, y 43,241 unidades del Jeep Grand Cherokee L, fabricadas desde el 16 de mayo de 2023 hasta el 30 de enero de 2024, según datos de la autoridad de #seguridad vial europea.

El problema presuntamente radica en que los reposacabezas de la segunda fila de asientos podrían no bloquearse correctamente en posición vertical, debido a una posible interferencia en el mecanismo interno de bloqueo.

Esto, en caso de un accidente, podría aumentar el riesgo de lesiones a los ocupantes en esa fila. La marca ha declarado que se realizará la inspección y sustitución gratuita de estos componentes en todos los vehículos afectados, y que notificará a los propietarios y concesionarios en las próximas semanas.

La investigación que llevó a este retiro comenzó en agosto del año pasado, cuando supuestamente se detectaron irregularidades en la fabricación de los reposacabezas.

Durante los siguientes meses, los ingenieros de Stellantis mantuvieron reuniones con expertos en seguridad y realizaron pruebas para determinar el alcance de la posible falla.

La compañía también informó a las autoridades reguladoras europeas y a la National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA) en Estados Unidos, que supuestamente también está revisando el caso.

Los propietarios de los vehículos afectados podrán acudir a los concesionarios autorizados para realizar la inspección y el reemplazo sin coste alguno.

La empresa planea enviar notificaciones oficiales a los usuarios para el 24 de julio y comenzar el proceso de sustitución a partir del 5 de septiembre.

Además, los clientes pueden comunicarse con el servicio de atención al cliente de Stellantis al número de teléfono 0034 911 23 45 67, utilizando el código de recall 20C.

Este tipo de retiros masivos no son nuevos en la industria automotriz. Supuestamente, en los últimos años, marcas como Volkswagen, Ford y General Motors han llevado a cabo campañas similares para corregir fallos en sistemas de frenos, airbags y otros componentes críticos.

La historia de los retiros masivos se remonta a décadas atrás, cuando en 1982, Ford tuvo que retirar más de 15 millones de vehículos en Estados Unidos por problemas en los frenos, un episodio que marcó un antes y un después en la regulación de seguridad en la industria.

En Europa

En Europa, los retiros de vehículos son regulados por la Directiva 2007/46/CE, que establece los procedimientos para garantizar la seguridad y protección de los consumidores.

La supervisión de estas campañas corresponde a las agencias nacionales de seguridad vial, que en este caso, han coordinado con Stellantis para minimizar riesgos y proteger a los usuarios.

Este incidente evidencia la importancia de una revisión constante de los sistemas de seguridad en los vehículos y la necesidad de que los fabricantes actúen con rapidez ante cualquier señal de advertencia.