Kroger planea cerrar 60 tiendas consideradas poco rentables tras la fallida adquisición de Albertsons, pero mantiene su compromiso con nuevas aperturas y proyectos de renovación en 2026, en medio de una reestructuración empresarial que busca adaptarse a los desafíos del mercado minorista.
La noticia ha generado cierta incertidumbre en el sector, aunque la compañía ha asegurado que mantiene su plan de crecimiento y renovación.
La cadena de supermercados, fundada en 1883 en Cincinnati, ha sido un actor clave en el mercado estadounidense, con una historia que refleja los cambios en el consumo y la economía del país.
En los últimos años, ha invertido miles de millones de dólares en mejorar su presencia digital y en expandir su red de tiendas, adaptándose a las nuevas tendencias en compra online y en la experiencia en puntos de venta.
Supuestamente, el cierre de estas tiendas, que se implementará en los próximos 18 meses, permitirá a #Kroger ahorrar una cantidad significativa de recursos, que se reinvertirán en nuevos proyectos y en la modernización de sus locales.
Durante la última reunión anual de accionistas, el director ejecutivo interino, Ron Sargent, afirmó que la compañía tiene la intención de aumentar la construcción de nuevas tiendas en 2026, además de realizar renovaciones importantes en aproximadamente 30 locales existentes.
Supuestamente, Sargent comentó que, aunque en 2025 la inversión total en capital alcanzará entre 3.300 y 3.400 millones de euros, la estrategia de Kroger sigue siendo fortalecer su presencia física y digital. La compañía planea abrir nuevos puntos de venta en regiones donde aún no tiene presencia significativa y ampliar los servicios en línea, en línea con las tendencias globales del retail.
La decisión de cerrar tiendas se produce en un contexto de intensiva competencia en el sector, donde rivales como Publix y Walmart continúan expandiendo su influencia en Estados Unidos.
Kroger pretende diferenciarse mediante la innovación en sus tiendas
Sin embargo, Kroger pretende diferenciarse mediante la innovación en sus tiendas, ofreciendo servicios más personalizados y experiencias de compra más cómodas para sus clientes.
Supuestamente, el proceso de cierre afectará principalmente tiendas que no alcanzan los niveles de rentabilidad deseados, mientras que las que permanecen abiertas seguirán beneficiándose de planes de renovación y expansión.
Además, se espera que el impacto en el empleo sea mínimo, ya que la mayoría de los empleados serán trasladados a otras tiendas en la misma región.
Por otra parte, la firma ha sido noticia por los altos salarios de sus ejecutivos, siendo Ron Sargent, en su papel de CEO interino, quien recibiría una remuneración cercana a los 4,2 millones de euros en 2025, según registros de la SEC.
La salida abrupta del anterior CEO, Rodney McMullen, en marzo pasado, ha generado cierta inestabilidad, aunque la compañía continúa con su estrategia de crecimiento a largo plazo.