La reciente ley aprobada en EE.UU. introduce cambios significativos en los créditos fiscales por cuidado infantil, aunque algunos expertos consideran que aún no resuelven todos los problemas del sector. Descubre quiénes se benefician y cuánto dinero pueden ahorrar las familias con estas medidas.

La legislación, que fue debatida y finalmente sancionada en el Congreso, trae consigo cambios que podrían impactar positivamente en la #economía de muchas familias, aunque también ha generado cierta controversia entre expertos y defensores del sector.

Uno de los aspectos más destacados de la ley es la elevación del límite máximo para las cuentas de gastos flexibles para cuidado infantil, conocidas como FSA (Flexible Spending Accounts).

Anteriormente, las familias podían ahorrar hasta 4.700 euros anuales en estas cuentas para gastos relacionados con el cuidado de sus hijos, pero con la nueva legislación, este tope se incrementa a aproximadamente 7.050 euros. Este cambio supone un alivio fiscal para muchas familias que, en algunos casos, gastan más de esa cantidad en el cuidado de sus hijos, especialmente en ciudades donde los costes son más elevados.

Supuestamente, la ley también introduce mejoras en el Crédito Tributario por Cuidado de Menores y Dependientes, conocido en EE.UU. como Child and Dependent Care Tax Credit. Este crédito, que en algunos casos puede devolver hasta el 35% de los gastos de cuidado infantil, se ha ampliado para beneficiar a un mayor número de familias, especialmente aquellas con ingresos inferiores a los 160.000 euros anuales. Se estima que las familias con ingresos menores a esa cantidad podrían recibir un reembolso adicional de unos 850 euros, dependiendo de sus gastos en cuidado infantil.

Por otro lado, también se han implementado incentivos para que los empleadores ofrezcan servicios de #cuidado infantil en sus instalaciones o subsidien estos costos.

La ley establece que las empresas podrán obtener #créditos fiscales equivalentes al 40% de los gastos en cuidado infantil, con un tope de aproximadamente 60.000 euros anuales, facilitando así la creación de centros de cuidado en las propias empresas y beneficiando a empleados con hijos pequeños.

Supuestamente, estas medidas también buscan incentivar a las pequeñas y medianas empresas a invertir en servicios de cuidado, ya que anteriormente estos beneficios estaban reservados principalmente a grandes corporaciones.

Muchos defensores aseguran que las cifras aún están lejos de solucionar la crisis del cuidado infantil en EE

Sin embargo, muchos defensores aseguran que las cifras aún están lejos de solucionar la crisis del cuidado infantil en EE.UU., donde en 2024 el costo promedio por cuidado de un bebé en guarderías privadas supera los 22.000 euros anuales, una cifra que en ciudades como Nueva York o Los Ángeles puede triplicar esa cantidad.

A pesar de los avances, críticos como Andrea Paluso, directora de una organización de defensa del cuidado infantil, opinan que la ley no aborda a fondo los problemas estructurales del sector.

Paluso argumenta que las ayudas están dirigidas principalmente a las familias de clase media y alta, dejando de lado a las más vulnerables, quienes enfrentan mayores obstáculos para acceder a servicios asequibles.

Por su parte, algunos políticos, como la senadora Katie Britt, han destacado que estas medidas representan un paso importante en la dirección correcta.

La legisladora afirma que la prioridad debe ser reducir los costos del cuidado infantil para que las familias puedan equilibrar mejor sus presupuestos y que el sector pueda atraer y retener a más profesionales calificados, quienes en muchos casos reciben salarios bajos y trabajan en condiciones precarias.

En definitiva, la nueva ley marca un cambio en la política fiscal estadounidense en relación con el cuidado infantil, pero todavía hay quienes consideran que se requiere un esfuerzo mayor para solucionar la crisis de fondo.

La inversión en infraestructura, mejores salarios para los cuidadores y medidas que apoyen a las familias con menores recursos siguen siendo temas pendientes, necesarios para transformar efectivamente el panorama del cuidado infantil en el país.