Los datos del Censo revelan que los adultos mayores son el único grupo etario con un incremento en la pobreza en 2024, lo que plantea serias preocupaciones sobre su bienestar y la necesidad de políticas de apoyo más efectivas.

Este aumento se produce en un contexto donde la inflación se mantiene elevada y los costos de cuidado y atención médica continúan en aumento, afectando especialmente a quienes dependen de recursos limitados para cubrir sus necesidades básicas.
Es importante destacar que, en términos oficiales, la tasa de #pobreza en la población de 65 años y más subió al 9,9% en 2024 desde el 9,7% en 2023.
Sin embargo, si se consideran los indicadores más amplios y realistas, incluyendo beneficios no monetarios, impuestos y gastos esenciales como medicamentos y atención sanitaria, la proporción de #adultos mayores en situación de pobreza alcanza el 15%.
Esto representa el nivel más alto registrado en esta categoría en toda la historia reciente del país.
En contraste, otros grupos etarios han visto disminuir sus tasas de pobreza: las personas entre 18 y 64 años experimentaron una reducción del 10% al 9,6% en el mismo período, y la pobreza infantil bajó del 15,2% al 14,3%.
A pesar de estas mejoras, la situación de los adultos mayores continúa preocupando a expertos y organizaciones sociales que advierten que sin intervención estatal, la situación podría empeorar aún más.
Ramsey Alwin, presidenta de la Alianza Nacional para el Envejecimiento, expresó que “es inaceptable que en un país con tantos recursos, más de 9 millones de personas mayores luchan por cubrir necesidades básicas como alimentación y medicinas”.
La crisis, según presuntamente expertos, se ha agravado por el aumento en los costos de cuidados y atención sanitaria, que en países como Estados Unidos puede suponer un gasto anual de hasta 20.000 euros, una cifra que para muchos representa una carga insostenible.
Han contribuido a que cada vez más adultos mayores caigan en la pobreza
Supuestamente, la inflación y la reducción en la ayuda gubernamental, como los programas de asistencia alimentaria y subsidios a medicamentos, han contribuido a que cada vez más adultos mayores caigan en la pobreza.
La expiración de ayudas pandémicas y recortes en beneficios sociales han generado una creciente vulnerabilidad en este sector.
Los analistas señalan que los programas como la Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), los programas de ahorro en Medicare y Medicaid, y las pensiones sociales, son vitales para mitigar este problema.
No obstante, supuestamente, aún hay un 70% de mayores elegibles para estos beneficios que no están inscritos, lo que evidencia la necesidad de mejorar la educación y los procesos de inscripción.
Además, la seguridad social sigue siendo la principal red de protección contra la pobreza en la vejez, ya que supuestamente ayudó a sacar de la pobreza a aproximadamente 28 millones de personas en 2024.
Sin embargo, la insuficiencia de las pensiones y el aumento en los gastos médicos continúan poniendo en riesgo a esta población.
En conclusión, si no se toman medidas urgentes y efectivas, la tendencia al aumento de la pobreza en la tercera edad podría consolidarse, afectando la calidad de vida de millones de personas que han contribuido a la sociedad durante toda su vida.