Un ingeniero de Nissan en EE. UU. está cambiando la forma en que diseñamos los portavasos en los automóviles, adaptándose a las nuevas tendencias y necesidades de los conductores. Descubre cómo su trabajo impacta en tu comodidad y satisfacción al conducir.
En los años 80, con la popularización de los minivans de Chrysler, la cantidad de portavasos en los coches aumentó para satisfacer la demanda de los consumidores de llevar bebidas de diferentes tamaños en sus viajes diarios.
La competencia entre fabricantes llevó a ofrecer múltiples portavasos en cada vehículo, y estas pequeñas áreas se convirtieron en un punto diferenciador para las marcas.
Con el tiempo, las expectativas de los consumidores siguieron creciendo. La llegada de bebidas más grandes, como las botellas de agua y los termos aislados de marcas como Yeti o CamelBak, generó nuevos desafíos en el diseño de estos espacios.
Los ingenieros tuvieron que crear soluciones que permitieran que estos envases de diferentes dimensiones encajaran sin problemas, sin riesgo de vuelco o daño.
Uno de los protagonistas en esta historia moderna es Chris Fischer, ingeniero de desarrollo en Nissan, quien desde 2015 trabaja en mejorar la experiencia de los usuarios con los portavasos.
Su labor en el centro tecnológico de #Nissan en Farmington Hills, Michigan, ha sido crucial para adaptar el diseño a las nuevas tendencias de consumo.
Fischer explica que la clave está en entender la variedad de tamaños y formas de las bebidas que llevan los conductores, y en diseñar portavasos que sean flexibles y seguros.
Para ello, Fischer y su equipo utilizan tecnología de escaneo digital para analizar diferentes modelos y crear prototipos de plástico con dedos ajustables.
Estos dedos, con forma de anillos redondeados, se adaptan a distintos envases, desde pequeños vasos de papel hasta botellas de 20 onzas, como las de Yeti.
Consideran la profundidad del portavasos para asegurar que las botellas altas no toquen el tablero
Además, consideran la profundidad del portavasos para asegurar que las botellas altas no toquen el tablero, y que las más cortas no se caigan.
Pero la #innovación no se detiene allí. La aparición de envases especiales, como las cajas de jugo cuadradas para niños o los grandes bidones de agua, obliga a un diseño aún más versátil.
Nissan ha desarrollado compartimentos específicos en sus modelos familiares, como la Pathfinder, que facilitan el acceso sin distraer al conductor.
El trabajo de Fischer también incluye la incorporación de espacios para objetos personales, como las monedas o las tazas de cerámica que algunos conductores llevan de casa.
La solución fue crear un espacio adicional, conocido como 'hueso de perro', que conecta dos portavasos redondos y permite acomodar tazas con asas.
Este compromiso con los detalles ha dado resultados concretos: la Pathfinder 2022 obtuvo las puntuaciones más altas en satisfacción en su segmento, en parte gracias a sus innovadores portavasos.
Para Fischer, lo importante es que estas mejoras aparentemente pequeñas impactan directamente en la experiencia del usuario y en la percepción de calidad del vehículo.
A lo largo de la historia, la evolución del diseño de portavasos refleja cómo los automóviles se adaptan a las necesidades cambiantes de los usuarios y a las tendencias de consumo.
