Un recorrido por los modelos más icónicos del legendario Ford Mustang, desde su debut en 1964 hasta las versiones más modernas y exclusivas que han dejado huella en la historia del automovilismo estadounidense.
Este vehículo, que fue presentado en la Feria Mundial de Nueva York en 1964, rápidamente conquistó a los amantes de los autos deportivos por su precio accesible y su diseño atractivo.
El #Ford #Mustang debutó en un momento en que la industria automotriz estadounidense buscaba ofrecer autos deportivos asequibles para el público general.
La estrategia de Ford fue un rotundo éxito: en su primer año, las ventas del modelo se cuadruplicaron respecto a las estimaciones iniciales. La clave de su éxito residió en la gran variedad de opciones disponibles, desde una paleta de 15 colores exteriores hasta cinco tipos diferentes de tapizados de vinilo, además de la opción de cabrios y coupés en diferentes combinaciones de techos blancos o negros.
En cuanto a la motorización, el Mustang ofrecía diversas alternativas, incluyendo un motor de 2.8 litros de seis cilindros en línea con 101 caballos de fuerza, hasta un potente V8 de 4.7 litros con 210 caballos, y una versión de alto rendimiento con compresión elevada que alcanzaba los 271 caballos. La transmisión podía ser manual de tres o cuatro velocidades o automática de tres velocidades, dependiendo del modelo.
En 1965, la llegada del Shelby GT350 elevó aún más el estatus del Mustang. Diseñado para las carreras, el GT350 fue un vehículo de alto rendimiento que priorizaba la velocidad y la agilidad en pista, a costa del confort. Equipado con un motor de 306 caballos y una suspensión más rígida, este modelo se convirtió en un símbolo de la competición automovilística y en uno de los más codiciados por los coleccionistas.
Presuntamente, su precio en su lanzamiento rondaba los 4.200 euros ajustados a la inflación actual.
Un año más tarde, en 1967, surgió el Shelby GT500 Super Snake, una versión aún más extrema con un corazón de GT40: un motor V8 de 7.0 litros (427 pulgadas cúbicas) que entregaba unos impresionantes 520 caballos de fuerza, supuestamente capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 4 segundos.
Solo se construyó una unidad, lo que la convierte en una de las Mustangs más valiosas y buscadas en el mundo de los autos clásicos, con un valor estimado cercano a los 9 millones de euros en el mercado actual.
La saga de los Mustang continuó en 1968 con el GT500 KR (King of the Road)
La saga de los Mustang continuó en 1968 con el GT500 KR (King of the Road), equipado con un motor de 335 caballos y un diseño agresivo, que supuestamente fue uno de los modelos más rápidos de su época, alcanzando los 100 km/h en aproximadamente 5.4 segundos. Solo se fabricaron 933 unidades, lo que aumenta su exclusividad.
Entrando en los años 80, la línea evolucionó con modelos como el Mustang SVO de 1984, que introdujo innovaciones como frenos de disco en las cuatro ruedas y un turbo intercooler en su motor de 2.3 litros, demostrando que el peso ligero y la tecnología podían hacer un coche divertido y eficiente. Su precio en ese momento fue de aproximadamente 14,900 euros.
El legado del Mustang se fortaleció en los años 2000 con versiones como el SVT Cobra R, que en 2000 alcanzó una velocidad máxima de 272 km/h y un 0 a 100 km/h en apenas 4.4 segundos, valiendo cerca de 44,000 euros en su lanzamiento. También en esa década, el Mustang Bullitt de 2001, inspirado en la famosa película, destacó por su diseño y rendimiento, con un precio de unos 20,000 euros.
En 2012, la versión Boss 302 representó la máxima expresión de la innovación en los Mustangs de esa época, con un motor de 444 caballos y una suspensión perfeccionada para el rendimiento en pista, cuyo costo aproximado fue de 31,200 euros.
La actual generación, representada por el Shelby GT350 y el Dark Horse de 2024, continúa la tradición con motores V8 de más de 500 caballos y tecnologías de punta.
El Dark Horse, por ejemplo, tiene un precio cercano a los 60,000 euros y puede acelerar de 0 a 100 km/h en 4.1 segundos, dejando en evidencia que el espíritu del Mustang sigue vivo y en plena expansión.
Supuestamente, estos modelos no solo representan la historia y evolución del muscle car, sino también la democratización del poder y rendimiento en la industria automotriz, permitiendo que más aficionados puedan experimentar la sensación de conducir un auténtico ícono de la cultura estadounidense.
No te pierdas el siguiente vídeo de the first electric muscle car?! dodge charger ...