La industria manufacturera en Estados Unidos continúa despidiendo trabajadores debido a la incertidumbre económica y las políticas comerciales, lo que podría tener repercusiones en Europa y el mercado global.

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Según datos recientes de la Oficina de Estadísticas Laborales, en agosto se perdieron aproximadamente 12,000 empleos en la industria manufacturera, una cifra que refleja una tendencia a la baja que se ha mantenido desde principios de 2023.

Este descenso en el #empleo manufacturero continúa siendo un tema de preocupación para economistas y responsables políticos, dado que la industria ha sido durante décadas un pilar fundamental para la #economía de EE.UU.

Históricamente, el sector manufacturero en #Estados Unidos alcanzó su punto máximo en 1979, cuando representaba cerca del 22% del empleo total del país.

Sin embargo, con el paso de las décadas, esa proporción se ha reducido considerablemente, situándose en torno al 8% en 2025. La automatización, la mayor productividad y las políticas comerciales restrictivas, supuestamente impulsadas por las administraciones recientes, han contribuido a esta tendencia.

Además, la incertidumbre generada por las tarifas y las políticas comerciales ha llevado a muchas empresas a detener o posponer sus planes de expansión y contratación.

Supuestamente, las tensiones comerciales entre EE.UU. y otros países, especialmente China y algunas naciones de Europa, han incrementado los costos de producción. Las tarifas elevadas, que en algunos casos alcanzan el 17,4%, equivalente a los niveles de los años 30, han encarecido los insumos importados, afectando la rentabilidad de las fábricas y reduciendo la capacidad de contratar nuevos empleados.

Un informe del Instituto de Gestión de Suministros revela que la actividad económica en el sector manufacturero ha estado en contracción durante seis meses consecutivos, y que muchas compañías están aumentando sus precios para compensar los costos adicionales, lo que a su vez reduce la demanda.

Presuntamente, algunas empresas que habían considerado traer de vuelta la producción a territorio estadounidense, la conocida estrategia de 'reshoring', están retrasando estos planes debido a la incertidumbre económica y la dificultad para encontrar mano de obra calificada.

La falta de trabajadores especializados, sumada a los altos costos de construcción y operación, hacen que el proceso lleve años y no sea una solución inmediata.

No obstante, en medio de esta situación, algunos indicadores muestran signos de estabilización. La velocidad en el crecimiento de los precios de las materias primas se ralentizó en agosto, y por primera vez en medio año, el índice de nuevos pedidos mostró una ligera expansión.

Esto podría indicar que el sector está tocando fondo, aunque los expertos advierten que la recuperación será lenta y dependiente de la resolución de las tensiones comerciales.

Donde varias industrias dependen de componentes importados de Estados Unidos o de países afectados por las mismas tarifas

Supuestamente, las políticas proteccionistas y las tarifas en EE.UU. también tienen un impacto en los mercados internacionales, especialmente en Europa, donde varias industrias dependen de componentes importados de Estados Unidos o de países afectados por las mismas tarifas.

La posible reducción en la producción estadounidense podría disminuir la demanda de materias primas europeas, afectando a sectores clave como el automotriz, la maquinaria y la electrónica.

En un contexto global, la disminución de empleos en la #manufactura estadounidense podría tener efectos en cadena, afectando las cadenas de suministro internacionales y generando incertidumbre en los mercados.

Economistas presuntamente advierten que, si la tendencia continúa, la competitividad de las industrias europeas también podría verse comprometida ante un menor acceso a componentes y tecnologías estadounidenses, además de una posible disminución en las inversiones internacionales.