Analizamos si las tarifas comerciales impulsadas por EE. UU. están realmente fortaleciendo la producción nacional y qué desafíos enfrenta el país para lograrlo.

Sin embargo, expertos y actores del sector presuntamente cuestionan si el país está realmente preparado para afrontar esta transición a largo plazo.
Desde la administración del expresidente Donald Trump, se ha promovido una serie de #tarifas arancelarias que van desde un 10% para socios comerciales tradicionales hasta un 50% en importaciones de acero, buscando hacer más competitiva la producción interna.
Supuestamente, estas medidas han generado un aumento en los costos de producción y una creciente incertidumbre en el sector empresarial, además de afectar las cadenas de suministro internacionales.
Históricamente, Estados Unidos fue en el siglo XX líder mundial en manufactura, con un 22% de participación en la fuerza laboral en 1979. No obstante, en la actualidad, esa cifra se ha reducido al 8%, según datos presuntamente de la Oficina de Estadísticas Laborales, reflejando una transformación profunda en el perfil económico del país.
Aunque algunos sectores, como el automotriz o el aeroespacial, han visto un ligero repunte, otros enfrentan serias dificultades para mantener la producción.
Supuestamente, la creación de nuevas fábricas en #EE. UU. puede tardar entre 3 y 10 años, dependiendo del sector, debido a complejidades en permisos, adquisición de terrenos, infraestructura y capacitaciones.
La infraestructura del país, que en 2025 obtuvo una calificación de C por parte de la Sociedad Estadounidense de Ingenieros Civiles, no está completamente preparada para soportar un crecimiento masivo en la fabricación.
Además, la escasez de mano de obra calificada y la competencia por recursos y espacios dificultan aún más este proceso.
La escasez de trabajadores especializados y el aumento en los costos de automatización están transformando la naturaleza de los empleos en el sector
Por ejemplo, la empresa Winton Machine, basada en Georgia, ha estado enfrentando dificultades para contratar personal calificado. La CEO Lisa Winton supuestamente señala que, a pesar de ofrecer flexibilidad y colaborar con instituciones educativas, la escasez de trabajadores especializados y el aumento en los costos de automatización están transformando la naturaleza de los empleos en el sector.
Supuestamente, la automatización y la educación superior están siendo cada vez más necesarios para sostener la #manufactura moderna en EE. UU. La proporción de empleados con al menos un título universitario en manufactura ha aumentado del 22% en 2006 al 32% en 2023, lo que refleja una tendencia hacia trabajos más especializados y tecnológicos.
Por otro lado, la percepción de que las industrias manufactureras son peligrosas y poco atractivas para los jóvenes, sumada a la preferencia cultural por la educación universitaria, ha contribuido a una escasez de talento.
La falta de interés en las carreras técnicas podría limitar la recuperación del sector, incluso si las tarifas logran reducir el déficit comercial.
Supuestamente, la implementación de tarifas también encarece los insumos importados, lo que podría impulsar aún más la automatización para reducir costos laborales, desplazando a los trabajadores manuales.
La ecuación sería que, en lugar de crear un gran número de empleos de baja calificación, el país se incline hacia empleos altamente tecnológicos y con salarios superiores, pero con menor cantidad.
En conclusión, aunque las tarifas puedan tener un impacto inicial en el fortalecimiento de la manufactura estadounidense, la realidad muestra que la recuperación económica del sector requiere mucho más que medidas arancelarias.
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