Supuestamente, dos premios de un millón de dólares en lotería no fueron reclamados en Estados Unidos, generando beneficios para fondos públicos y programas sociales. La cifra equivale a aproximadamente 940,000 euros, y estas situaciones no son tan raras como parece. Conoce los detalles y el impacto de estos premios no reclamados en las comunidades.

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Estos premios, que equivaldrían a aproximadamente 940,000 euros, corresponden a dos billetes premiados en las loterías de Virginia e Idaho, que no fueron reclamados antes de que expirara el plazo para su cobro.

El primer premio no reclamado proviene de Virginia, donde un billete ganador del sorteo de Año Nuevo, con un valor de un millón de dólares, no fue reclamado.

La segunda oportunidad corresponde a Idaho, donde un billete de la rifa de un millón de dólares de la temporada pasada tampoco fue cobrado. Este último caso es especialmente relevante, ya que supuestamente fue uno de los pocos en la historia del estado en más de una década en que un premio de esa magnitud quedó sin reclamar.

Supuestamente, en ambos casos, las autoridades estatales confirmaron que las fechas límite para reclamar estos premios vencieron el 30 de junio pasado.

Tras la expiración, los fondos de estos #premios no reclamados fueron destinados a fondos públicos y programas sociales en cada estado. En Idaho, por ejemplo, se informó que el dinero será utilizado para mejorar las escuelas públicas y los edificios permanentes, incluyendo aquellos en los campus universitarios del estado.

En Virginia, los fondos irán al Fondo Literario, que financia préstamos con bajos intereses para proyectos de construcción, renovación y tecnología en las escuelas públicas.

Otros premios no reclamados han contribuido a fondos de ayuda en distintas áreas

Estas situaciones, aunque poco comunes, no son inéditas. Supuestamente, en el pasado, otros premios no reclamados han contribuido a fondos de ayuda en distintas áreas, desde educación hasta infraestructura, evidenciando que, en ocasiones, los premios de lotería terminan beneficiando indirectamente a la comunidad cuando no son reclamados por sus legítimos ganadores.

Para quienes se preguntan dónde y cómo comprar boletos de lotería, la opción tradicional sigue siendo en tiendas físicas, como gasolineras, supermercados y tiendas de conveniencia.

Además, en algunos aeropuertos también se venden boletos. En la actualidad, existe la opción de adquirir boletos en línea a través de plataformas digitales autorizadas, como Jackpocket, que permite seleccionar los números, comprar y gestionar las apuestas desde el teléfono móvil o la computadora, en estados donde estas plataformas están reguladas.

Supuestamente, estos premios no reclamados sirven para recordar que, aunque las probabilidades de ganar la lotería son extremadamente bajas — aproximadamente 1 en 292 millones—, las ganancias que no se cobran también tienen un impacto.

En comparación, las probabilidades de convertirse en astronauta o ganar un premio nobel son aún menores. Por ello, estas situaciones resaltan que, en ocasiones, los beneficios de la lotería se redistribuyen automáticamente, ayudando a mejorar la calidad de vida en las comunidades sin la necesidad de que los ganadores reclamen sus premios.

En conclusión, aunque jugar a la lotería puede ser una forma de soñar con una vida mejor, las estadísticas muestran que es mucho más probable que estos premios no reclamados beneficien a la sociedad en general, en lugar de hacer a alguien millonario de la noche a la mañana.